Por José Manuel Gomis Aracil
Escritor y crítico de cine
España
El cine de aventuras raramente ofrece una obra maestra de estas características. "Raiders of the Lost Ark" (1981) es una de las mejores películas de la historia.
El cine de aventuras raramente ofrece una obra maestra de estas características. "Raiders of the Lost Ark" (1981) es una de las mejores películas de la historia.
Debo haberla visto cincuenta o sesenta veces pero nunca la vi en el cine.
Probablemente porque se estrenó en una época en la que yo estaba en otras cosas.
Teniendo en cuenta mi posterior dedicación a la literatura de misterio y aventuras es
difícil olvidar la influencia de esta producción en mi forma de estructurar una historia.
La manera en que está contada y el extraordinario montaje de todas las secuencias de
acción, así como su excelente fotografía llevada a cabo por Douglas Slocombe (autor de "Dance of the Vampires" y "The Lady Vanishes", última producción
de la mítica Hammer), hace que el espectador sea presa de la emoción
desmedida que exhala cada plano de la película.
Su inolvidable banda sonora, con un John Williams genial, rebosa energía a raudales
y dota al filme de la exacta medida entre la acción y la historia de amor, sin olvidar temas
como "The Well Of The Souls", plagado de misterio, su excelente "Raiders March", que ya
forma parte de la historia del cine, o su romántico "Marion's Theme".
La estructura resulta de lo más original creando una persecución trepidante desde el
mismo inicio de la trama. Es curioso que Steven Spielberg quisiera producir o dirigir
una película de James Bond antes de caer en sus manos el guión de "Raiders of the Lost Ark", porque
si bien es cierto que de alguna manera uno creyera estar viendo una película del famoso
espía británico, Indiana Jones va más allá ofreciendo un desarrollo mucho más
estable y con mucho más suspense. El guionista Lawrence Kasdan nos pone la miel en
los labios haciendo que su héroe arqueólogo descubra el Arca de la Alianza a mitad de
la película, más o menos, pero no la destapa para saber qué hay en su interior, espera
hasta el final de la película para poner un sello impresionante a toda la cinta y
mantener al espectador en tensión hasta la conclusión. Una forma muy peculiar de contar una
historia de este tipo.
Hay varios factores bien definidos que hacen que todo el complot realizador (productores, guionistas, director, actores) funcione a la perfección. Extrañamente todo
lo que acontece alrededor de la cinta fue copiado de otras producciones, pero nadie lo
había combinado de esta manera.
La idea de la película surgió cuando George Lucas decidió revisar los seriales de los
años 1930 y 1940 para crear una versión moderna, con un
trepidante y atrevido Indiana Jones tratando de evitar que los nazis
encuentren la legendaria Arca de la Alianza (las tropas de Hitler la están buscando
sigilosamente con la ayuda de otro oportunista arqueólogo francés).
El guion fue escrito por Lawrence Kasdan, autor también de otra producción Lucas, "Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back". Steven Spielberg se erigió como director del filme cuando
Lucas y Kasdan definieron los principales elementos narrativos de la trama.
El boceto principal del personaje surgió en 1970 cuando George Lucas escribió "Las
aventuras de Indiana Smith". Poco después se reunió con el guionista y director Philip
Kaufman, director de "Invasion of the Body Snatchers" (1978), quien ofreció la
curiosa historia del Arca de la Alianza como principal elemento narrativo. Al parecer
Kaufman pensó en el objeto sagrado tras recordar una conversación que tuvo con un
dentista cuando era joven. Sin embargo, el proyecto se frustró cuando el director Clint Eastwood contrató a Kaufman para dirigir "The Outlaw Josey Wales" (1976), haciendo que
Lucas se interesara por otro proyecto más intergaláctico.
En mayo de 1977, Lucas viajó a Hawái para descansar del éxito comercial que
obtuvo con Star Wars. Su amigo Steven Spielberg también se encontraba allí, pasando
las vacaciones tras el lanzamiento de su película "Close Encounters of the Third Kind" (1977).
Spielberg le expresó su interés en dirigir una película de James Bond, Lucas le comentó
que él tenía una idea "aún mejor", así que decidió compartirla con él
desentrañándole la idiosincrasia del personaje de Indiana Jones. Spielberg quedó fascinado
con el concepto, al cual catalogó "como una película de Bond sin sus artilugios".
El rodaje empezó en junio de 1980 y la película se estrenó en 1981. Las
excavaciones desérticas se rodaron en Túnez, las escenas correspondientes a la huida en
submarino en la localidad francesa de La Rochelle y los exteriores de la secuencia en la
selva del Amazonas en Hawái. El resto de interiores en los estudios Elstree de Londres,
utilizando trucos, maquetas, animación y un sinfín de efectos que terminarían por
rematar la excelente labor de gente como Richard Edlund, Dennis Murren, Bruce
Nicholson, Joe Johnston y Kit West al servicio de la Industrial Light&Magic, compañía
de efectos especiales fundada por George Lucas para su saga galáctica.
El hecho de incluir como elemento principal la desaparición del Arca de la Alianza
judía nos hace fijarnos en otros tantos artículos sagrados que Hitler tuvo como objetivo
en los años 30 y 40. Ayudados por Otto Rahn, escritor alemán aficionado al esoterismo,
la historia y el medievalismo, miembro del Partido Nazi y Obersturmführer de las SS,
su figura está asociada a las creencias esotéricas del ocultismo nazi. Hitler encargó la
búsqueda de la Lanza de Longinos, que atravesó el cuerpo de Cristo en la cruz, El Santo
Grial, que recogió la sangre de Cristo en su muerte, el Tesoro de los Cátaros y todo un
catálogo de artículos mitológicos. El mismo Heinrich Himmler acudió a Barcelona
(España), al monasterio Benedictino de Montserrat, tras la muerte de Rahn, el 23 de
octubre de 1940, buscando allí el Grial, la copa donde José de Arimatea recogió la
sangre de Cristo y llevando consigo la obra de Rahn, "La corte de Lucifer”, libro que
ordenó distribuir gratuitamente entre los oficiales de alta graduación del cuerpo.
En la asquerosa y depravada visión del mundo que tenían los nazis, el ocultismo, la
magia, antiguas sociedades secretas, la creencia en mitos ancestrales e incluso objetos
que, según las más antiguas leyendas, están revestidos de extraños poderes
sobrenaturales, jugaron un papel importantísimo, hasta tal punto que muchos círculos
hasta entonces secretos se institucionalizaron, como pasó con la agrupación estatal
Ahnenerbe. Y muchos de los dirigentes de la cúpula nazi como Hess, Rosenberg,
Himmler, entre otros, habían formado parte de sociedades iniciáticas como el grupo Thule, o
bien habían estado influenciados fuertemente por el esoterismo.
Actualmente, el escritor y periodista Graham Hancock habla en su libro "La
búsqueda del Santo Grial" de un emocionante viaje a través del Grial creando una
supuesta analogía entre la Copa Sagrada y el Arca de la Alianza, asegurando con
razonamientos muy bien argumentados, que ambos objetos sagrados son la misma cosa:
un recipiente que contiene el poder de Dios. En su libro, Hancock conjetura que el Arca
fue robada por los sirvientes de la Reina de Saba al Rey Salomón en Jerusalén. El
escritor concluye su aventura aduciendo que el Arca Sagrada está custodiada en una
pequeña iglesia etíope donde llegó en un largo viaje a través del río Nilo. Nadie ha
podido verla jamás, pero se saca en procesión una réplica de la misma una vez al año,
añadiendo a todo este embrollo unas oscuras gotas de misterio.
Volviendo a la película, hay que reseñar la actuación de sus protagonistas. Harrison Ford interpretó con convicción, desenvoltura y ese toque clásico de los grandes aventureros
al intrépido héroe del sombrero de fieltro. Karen Allen, por su parte, se reveló como una gran comediante capaz de sostener el tipo en las situaciones más inverosímiles. Y entre
los malvados, brilló con luz propia el inquietante Ronald Lacey, tan perverso como
corresponde a un personaje dibujado con todos los tópicos del género, el sádico nazi al
que le tiemblan los labios de satisfacción al pensar en las maldades que va a cometer.
Un jovencísimo Alfred Molina, Anthony Higgins, protagonista de otra producción de Spielberg” en "Young Sherlock Holmes" (1985), o John Rhys Davis, interpretando al amigo
de "Indy", redondean el buen elenco de actores al servicio de una película
enormemente entretenida y vistosa.
La acción de "Raiders of the Lost Ark" se sitúa en 1936, fecha en la que Indiana
Jones recibe del Gobierno norteamericano un encargo de lo más peliagudo: encontrar,
antes de que lo hagan los servicios secretos nazis, el Arca de la Alianza, desaparecida
un siglo antes del nacimiento de Cristo con las Tablas de la Ley en su interior. Un mítico
tesoro que tiene misteriosos poderes destructivos que hará invencible al ejército que lo
posea. A partir de ese momento se desencadena una serie de peripecias que llevan al
héroe a superar todas las barreras que le separan del Arca, perseguido por tierra,
mar y aire, superando las trampas más atroces, los más mortales peligros y las
traicioneras acechanzas de los sádicos nazis.
Mención especial merece el prólogo. Doce minutos apabullantes y realmente
insuperables, constituye toda una declaración de principios respecto al posterior
desarrollo de la cinta, fiel reflejo de la famosa sentencia de Cecil B. de Mille: “"as
películas deben empezar como un terremoto y luego ir en aumento". En este fulgurante
comienzo se ve a Indiana sortear increíbles trampas, enfrentarse a un ejército de
tarántulas, esquivar flechas envenenadas y huir de los feroces nativos en el interior de la
selva amazónica, todo ello para apoderarse de un ídolo de oro macizo. En el tiempo que
otros emplean para hacer aparecer las letras de crédito, Spielberg realiza una obra
maestra del cine de aventuras.
Lucas colocó los cimientos de la historia, Kasdan ordenó las ideas y las convirtió en
palabras, Spielberg las plasmó en imágenes, Harrison Ford encarnó al héroe en la
pantalla y Williams puso las notas musicales.
Pocas veces se ha derrochado en la historia del cine tal cantidad de ideas, de gags y
de sorpresas increíbles.
Pocas veces se ha diseñado y filmado una película tan
compacta, ni se han fusionado con tanta brillantez el cine de gran espectáculo con el
encanto de las viejas películas de serie B. Spielberg consiguió algo más que una
colección de divertidas y trepidantes aventuras. Creó un nuevo héroe, un mito
cinematográfico que contribuyó a resucitar un género al que algunos habían enterrado
prematuramente.
La cinta fue nominada a nueve Óscar, de los cuales ganó cuatro y un reconocimiento
especial a Ben Burtt y Richard L. Anderson por la edición de sonido. Además Steven Spielberg
estuvo nominado al Globo de Oro por mejor dirección.
Título original: "Raiders of the Lost Ark". Títulos alternativos: "Los cazadores del arca perdida" y "En busca del arca perdida". País y año: Estados Unidos, 1981. Director: Steven Spielberg. Guión de: Lawrence Kasdan, en base a una historia de George Lucas y Philip Kaufman. Elenco: Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey y otros.
Título original: "Raiders of the Lost Ark". Títulos alternativos: "Los cazadores del arca perdida" y "En busca del arca perdida". País y año: Estados Unidos, 1981. Director: Steven Spielberg. Guión de: Lawrence Kasdan, en base a una historia de George Lucas y Philip Kaufman. Elenco: Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman, Ronald Lacey y otros.
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