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12 mar 2014

Entre lamentos y casas embrujadas: La mujer fantasma


Por Lucero Isabel García Carrillo
México

La incorporeidad femenina es atemorizante al no poder asirla, detenerla como cuando ese ente transitaba entre los vivos. Las mujeres fantasmas representan la maldición y acosan con su presencia repentina la estabilidad o las llamadas buenas conciencias. Se sabe que la esencia fantasmal es producto de la ultratumba, seres que se niegan a desaparecer y transitan de una esfera a otra. De tal suerte la materia no se destruye, sólo se transforma, y pareciera que los fantasmas
se apropian de este principio.

Su presencia sin nombre, ya que la mujer difunta queda en el anonimato, en el olvido, nadie desea recordarla en especial si su vida fue gris o decidió suicidarse, con temor se calla su nombre. Asimismo su fantasmal aspecto en ocasiones se torna atractivo, seduce con la intención de vengar ultrajes del pasado.

En "The Innkeepers" (2011) se puede ver como una fantasmagórica novia atormenta a los huéspedes del hotel Yankee Pedlar Inn. La novia, Madeline O`Malley, se suicidó tiempo atrás en la posada luego que su prometido la abandonara y cuyo cuerpo fuera escondido en el sótano durante días.

El personaje de la Llorona es una leyenda mexicana que surge del mestizaje español. La presencia de este fantasma en el imaginario social sobresalta y pone a pensar en la visión y el sentir de los vencidos. Por otra parte, las encarnaciones de los seres fantasmales remiten a la necrofilia, el vampirismo y los monstruos, siempre al acecho como los miedos a lo desconocido.

En la literatura y el cine, la figura femenina es la esencia del bien y especialmente del mal. Madres, hijas, hermanas, esposas, novias o amantes simbolizan el eterno regreso de ultratumba, sin importar su hedor de seres emparentadas más con la carroña y la putrefacción, quienes regresan a trastornar un mundo en supuesta calma, ajeno a los hedores de la corrupción física.

Bajo un encanto Victoriano con puertas que crujen y niños desaparecidos, en "The Woman in Black" (2012), adaptación de la novela de 1983 escrita por Susan Hill (que dio lugar a una serie de radio, cine y televisión), el espíritu de Jannet Humfrye, cuyo hijo murió en un accidente automovilístico, cobra venganza llevándose a los niños de la localidad. El joven abogado Arthur Kipps, atormentado por el recuerdo de su fallecida esposa en labor de parto, decide hospedarse en la vieja mansión donde vivió Humfrey para poder venderla, dejando atrás las advertencias de los habitantes del pueblo quienes temen a la inminente plaga de la Mujer de Negro.

En su falsa apariencia de normalidad, los vivos se encuentran en las resucitadas con el verdadero espejo de su realidad: corrupto y cruel; también siguen inspirando miedo por su temperamento misterioso, su sexualidad; no importa que sean entes sobrenaturales su carga sexual es atractiva y por lo mismo peligrosa.

1 comentarios:

luz dijo...

Interesante artículo. Los fantasmas femeninos son más crueles y terribles, llevan en su furor años siglos de ultrajes e injusticias, ellas son entes que ejercen su poder en ultratumba y moverles el tapete a los vivos, resulta parte de su venganza.