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6 jun 2012

"The Sixth Sense" (1999): ¡Veo gente muerta!

Por  José Manuel Gomis Aracil
Escritor y crítico de cine
España

Suele ocurrir, de vez en cuando, que el cine de terror depara una gran sorpresa. Este es el caso de "The Sixth Sense" (1999) en la que se conjugan todos los procesos que hacen que la película funcione: el montaje, el guión, la historia, los actores...

Quizás el director M. Night Shyamalan redunda en exceso en el trato a todo ello para poder sorprender con un más que sugerente final, manteniendo al público en vilo con todas las armas cinematográficas que tiene a su alcance. Una lección de maestría hitchcockiana con una historia que merece la atención desde el primer plano.

Unos años después de sufrir una experiencia traumática con un paciente, el psicólogo infantil Malcolm Crowe (Bruce Willis), quien pasa un mal momento en su relación sentimental con su esposa Anna (Olivia Williams), afronta un nuevo caso: un niño aislado e inadaptado de seis años llamado Cole Sear (Haley Joel Osment), que se encuentra aterrorizado ante la visión de espíritus.

Aparentemente la historia del niño pasa por ser el revulsivo de un guión fantástico plagado de intrigas realmente estremecedoras hasta desencadenar en un final sorprendente, que es forzosamente el recuerdo más mimado por el espectador, desdeñando todo el potencial de las intrigantes historias alternativas a la trama principal.

El roce entre ambos protagonistas es mínimo. De hecho, literalmente inexistente. Pero se necesitan el uno al otro para sobrevivir y afrontar sus problemas. Un Bruce Willis fuera de sus papeles habituales (serio y distante; excelente) y un niño, Haley Joel Osment, atemorizado y desconcertante.

La película logra ser un revulsivo del género de terror, aportando, con su ingeniosa sorpresa final, un clima de desasosiego difícil de explicar, que queda patente en cada minuto de la cinta.

Es curioso que una cinta tan pausada consiga atrapar al espectador, pues todo transcurre con inusitada lentitud, dejando que el realizador se tome su tiempo para explicar el argumento.

Y éste no se limita a ser una historia de fantasmas y de sustos, es mucho más que eso. No es que se trate de un filme complicado, pero sí plantea cuestiones que hacen que el espectador acabe reflexionando sobre todo lo que ha visto.

Una vistosa y bien ejecutada obra de arte que hace recordar lo grande que es el cine cuando hay un guión bien argumentado.

Una pena que Shyamalan no alcanzase posteriormente el éxito de este admirable trabajo por fallos estructurales, por recargar la sorpresa como fin o por exponer de forma rebuscada guiones sin mucho interés y con demasiado soporte fantástico y filosófico de baratija.

La banda sonora merece un párrafo aparte. No hay un tema central contundente que sirva para conducir a la historia, pero la música se acopla de tal forma a las imágenes que sólo cabe exaltar el trabajo realizado por el compositor de "Dinosaur" (2000), "Atlantis: The Lost Empire" (2001), "Treasure Planet" (2002). James Newton Howard consigue ser siempre correcto, regalando sonidos maravillosos y terroríficos. Las películas de Shyamalan no serían igual de mágicas, si no fuera por el trabajo de este compositor.

Título original: "The Sixth Sense". Títulos alternativos: "El sexto sentido" y "Sexto sentido". País y año: Estados Unidos, 1999. Director: M. Night Shyamalan. Guión de: M. Night Shyamalan. Elenco: Bruce Willis, Haley Joel Osment, Toni Collette, Olivia Williams y otros.

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