Por Pedro Sala Jiménez
Escritor y crítico de cine
España
La segunda película de la nueva Hammer, "The Resident" (2011), me ha dejado con cara de tonto después de haberla visto. El filme, dirigido por el televisivo Antti Jokinen, no es que tenga una mala facturación (todo lo contrario, posee una buena fotografía y un montaje correcto), lo que ocurre es que su guión está más visto que el tebeo y la labor del realizador es para mandarlo a su casa y obligarlo a que vea buen cine de suspense.
La segunda película de la nueva Hammer, "The Resident" (2011), me ha dejado con cara de tonto después de haberla visto. El filme, dirigido por el televisivo Antti Jokinen, no es que tenga una mala facturación (todo lo contrario, posee una buena fotografía y un montaje correcto), lo que ocurre es que su guión está más visto que el tebeo y la labor del realizador es para mandarlo a su casa y obligarlo a que vea buen cine de suspense.
Sus noventas minutos están llenos de tópicos, desde el primer segundo, y eso hace que el espectador sepa lo que va pasar en cada momento del metraje.
No hace falta saber mucho de cine para saber que este largometraje carece de un guión original, que la labor del director es muy televisiva (al parecer no sabía que esta película iba a ser estrenada en los cines) y que los actores, la gran baza que jugaba la productora (Hilary Swank, Jeffrey Dean Morgan y Christopher Lee), fracasan en unas interpretaciones lineales, carentes de fuerzas y que se encuentran más perdidos que los personajes de "Lost".
A todo eso, hay que sumarle la trama, plana, que ni engancha, ni mantiene en tensión, y que aburre hasta la saciedad. Esto es debido a que el director carece de recursos narrativos y construye una historia tan sencilla, que un niño de diez años habría podido escribir el libreto.
La banda sonora de John Ottman tampoco ayuda demasiado. El compositor de "Halloween H20" (1998) compone una música acorde al guión y abundan los clásicos golpes para generar suspense facilón.
En resumen, "The Resident" es un producto que parece más de televisión que de cine y cuya idea recuerda a filmes como "Psycho" (1960), "Sleeping with the Enemy" (1991) y, especialmente, a "Single White Female" (1992).
A todo eso, hay que sumarle la trama, plana, que ni engancha, ni mantiene en tensión, y que aburre hasta la saciedad. Esto es debido a que el director carece de recursos narrativos y construye una historia tan sencilla, que un niño de diez años habría podido escribir el libreto.
La banda sonora de John Ottman tampoco ayuda demasiado. El compositor de "Halloween H20" (1998) compone una música acorde al guión y abundan los clásicos golpes para generar suspense facilón.
En resumen, "The Resident" es un producto que parece más de televisión que de cine y cuya idea recuerda a filmes como "Psycho" (1960), "Sleeping with the Enemy" (1991) y, especialmente, a "Single White Female" (1992).
EL MOMENTO: Los títulos de créditos son un homenaje a Saul Bass, responsable de la mayoría de los títulos de créditos de Alfred Hitchcock. La aparición de cada nombre en una fachada de edificios que aparecen y desaparecen desde todas las direcciones es igual que "North by Northwest" (1959). A DESTACAR: El cuerpo bien fibrado y de carnes duras de Hilary Swank. Aporta el erotismo necesario que necesita la historia. LO PEOR: Su guión. Cuando acaba la película el público se queda con la terrible sensación de vacío porque el argumento es tremendamente básico, la trama es demasiado evidente desde el primer momento y que hay planos que en absoluto pintan nada.
Esta crítica esta dedicada a Lirios,
que desde Calpe escala su peñón
para bailar todos los domingos
con el bombero de sus sueños.
Título original: "The Resident". Títulos alternativos: "Invasión a la privacidad", "La víctima perfecta" y "Oculta obsesión". Países y año: Estados Unidos y Reino Unido, 2011. Director: Antti Jokinen. Guión de: Antti Jokinen y Robert Orr. Elenco: Hilary Swank, Jeffrey Dean Morgan, Christopher Lee y otros.
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