Por Alejandro Ramírez Flores
México
Se podría empezar esta reseña de la misma manera en que se han abordado muchas, sino es que casi todas las anteriores, con una sinopsis de la historia, de los personajes, y ese atemorizante y/o extraño suceso o fenómeno que marcará a los protagonistas durante el transcurso de la cinta; mencionando de pasada a la gente involucrada detrás de cámaras.
Pero en el caso de "Kyofu" (2010), solamente podemos permitirnos esto último, porque la historia no tiene ni pies ni cabeza. Y esto se debe paradójicamente a que tanto el guionista como el director son la misma persona, Hiroshi Takahashi, quien es más celebremente conocido por haber sido el autor del guión para cine de la novela "Ringu".
Con este antecedente, me dispuse a ver este largometraje, previendo el hecho de que la historia no fuera contada de manera lineal, que incluyera varios flashbacks o que insertaran aspectos culturales del lejano oriente que parecerían inusuales de este lado del mundo. Pero no me esperaba en absoluto llegar a los créditos de salida y preguntarme qué diablos es lo que había acabado de ver.
Así que tratando de darle sentido a la película, traté de averiguar lo más que pude sobre su creación. Por acuerdo con el productor Takashige Ichise, encargado de la franquicia de "Ringu", un sexteto de cineastas japoneses armaron un proyecto que se llamó 'Teatro de Horror-J'. Ellos se dispusieron a trabajar cada uno en una película, y el último trabajo fue "Kyofu".
El tema sobre el que gira el largometraje está enraizado en lo que se denomina "experiencia extracorporal", o sea el que la persona deje su cuerpo físico pero sin morir. De hecho, uno de los nombres con que se bautizó en inglés a esta película fue "The Sylvian Experiments", en referencia al área del cerebro en donde se encuentra una fisura que separa los lóbulos frontales y temporales de dicho órgano.
Ahora va el porqué de lo potencial de la película: tenemos a una madre y reconocida neurocirujana Etsuko Hattori, y sus dos hijas Miyuki y Kaori. Ambas presenciaron siendo muy niñas cuando sus padres miraban una vieja cinta sobre experimentos médicos en prisioneros de guerra. Al crecer, y luego de haber fallecido su progenitor, quien también era médico, las tres mujeres toman caminos muy distintos sólo para reencontrarse cuando la doctora Hattori trata de emular lo visto tantos años atrás en aquel viejo filme, y sus hijas se volverán a involucar en su vida.
El título usado en el mercado latinoamericano fue "La luz de la muerte", y le encaja perfecto porque no define algo en específico, es más bien una referencia, al igual que la película donde al terminar no sabemos qué fue realidad o qué no, qué fue una alegoría, dónde comenzó el sueño o cómo acabó si es que en verdad inició.
Título original: "Kyôfu". Títulos alternativos: "J-Horror Theater Vol. 6", "The Sylvian Experiments" y "La luz de la muerte". País y año: Japón, 2010. Director: Hiroshi Takahashi. Guión de: Hiroshi Takahashi. Elenco: Yôko Chôsokabe, Mina Fujii, Momoko Hatano y otros.
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