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22 abr 2011

"Noche de miedo" (1985): Homenajeando al terror gótico de la Hammer

José Manuel Gomis Aracil
España

Decir "Noche de miedo", supone para mí un reencuentro con el buen cine de vampiros y la evocación de mi juventud, amenazada por un extraño vecino anidando en la casa abandonada de enfrente. Evidentemente y, como no podía ser de otra forma, se trata de una película de presupuesto relativamente bajo plagada de iniciativas bien argumentadas para resucitar el cine de vampiros por excelencia; ese que tan poco se prodiga por nuestras carteleras.

La cinta es un claro homenaje al terror gótico de la Hammer con ingredientes quinceañeros propios del cine de los años 80'. La trama gira en torno a un adolescente que cree haber visto un vampiro viviendo al lado de su casa. Cansado de que nadie le crea, recurre a un anacrónico actor televisivo para que le libre de las amenazas del vampiro de turno. Todos los ingredientes típicos de este tipo de cine aparecen reflejados enardecidamente, argumentados por unos magníficos efectos especiales de Richard Edlund y su equipo.

Los actores William Ragsdale, Amanda Bearse y Rody Macdowall acaban pareciéndose a esos carismáticos personajes del cine de terror de los 50', donde el misterio y la desolación acaban angustiando al héroe más pintoresco.

El director de "Noche de miedo", Tom Holland, cumplió con su cometido sabiendo dar el tono apropiado a un guión recurrente, comprendiendo la importancia de incluir planos terroríficos de la mansión para dotar de misterio a la situación.

El elenco de actores secundarios incluyó al carismático Roddy Macdowall, que saturó de gestos y matices al personaje de Peter Vincent, en claro homenaje a Vincent Price y Peter Cushing, dejando correr la imaginación con reminiscencias de un Van Helsing trasnochado y errático sumido en la nostalgia de una serie de televisión para quinceañeros frikis donde el terror y lo fantástico se daban cita en clave de "Noche de miedo". La añoranza y la magnificencia del cine de la productora Hammer acaban por cubrir toda la cinta de melancolía y recuerdos sangrientos, con alaridos y risas diabólicas, en un final acertado por lo efectista y el desconcierto, más propios del cine de Carpenter.

Quisiera reseñar, quizá de manera caprichosa, que la película cuenta con un momento final muy especial donde se ve la terrorífica cara de la protagonista transformada en vampiro, dejando asomar un rasgo facial consistente en una mutación de la mandíbula del monstruo con exagerados colmillos y una apertura bucal extrema. Este efecto sería copiado en otras películas del género hasta la saciedad (véase "Abierto hasta el amanecer", donde el plagio es evidente).

En cuanto a la banda sonora; qué decir... Una extraña obra maestra dentro de un género poco proclive a experimentos. Brad Fiedel nos envuelve con una provocativa melodía romántica y oscura donde el ambiente de una guitarra eléctrica acaba sugiriendo más de lo que nos enseña el director.

"Noche de miedo" devolvió a los vampiros a un lugar del que nunca deberían haber salido; ese Olimpo cinéfilo plagado de pesadillas donde todos los amantes del cine de terror nos encontramos tan a gusto...

Título original: "Fright Night". Títulos alternativos: "Noche de miedo", "La noche del espanto" y "La hora del espanto". País y año: Estados Unidos, 1985. Director: Tom Holland. Guión de: Tom Holland. Elenco: Chris Sarandon, William Ragsdale, Amanda Bearse, Roddy McDowall y otros.

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