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24 feb 2011

"Jigoku kozô": Psicotronías televisivas japonesas


Carlos Alfredo Carrillo
México

El infame mangaka Hideshi Hino es recordado por ser el autor y director de aquella cinta underground que tantos litros de tinta motivó y que obligó al FBI a investigar la aparente realidad detrás de sus brutales imágenes, "Flower of Flesh and Blood", de la conocidísima serie "Guinea Pig". Desde entonces, Hino ha construido una fundamentada reputación como maestro de la bizarro y lo macabro.

No hace falta más que dirigirse a sus obras impresas para constatar que la decadencia de la carne y su posterior putrefacción se encuentran en la parte superior de la agenda de temas de este autor. Por lo demás, es una persona bastante normal.

Fue necesario que pasaran algunos años, después de escribir los guiones para otros capítulos de "Guinea Pig", para que Hino fuera reclamado nuevamente y que proporcionara historias que se materializarían en una serie denominada "Hideshi Hino's Theater of Horror", que fue lanzada directamente a televisión y a video y que contenía seis historias dirigidas por diferentes cineastas.

En pantalla, resulta evidente que los presupuestos disponibles fueron considerablemente más reducidos que los destinados a los anteriores trabajos de Hino, lo cual se tradujo en calidades desiguales que impactan distintivamente en las narrativas.

Uno de los capítulos más logrados, tal vez el mejor de todos, es "Jigoku kozô" ("The Boy From Hell"), en el que se plantea la historia de una cirujana, Setsu Emma, cuyo hijo, Daio, fallece en un accidente de tránsito en el que ella y su mayordomo también participan.

Al enterrar al niño, aparece una anciana que le ofrece la posibilidad de revivirlo rebanándole el cuello a otro infante con una especie de garra de hueso. Esto tendría que hacerse directamente en la tumba de Daio y es Setsu quien debería ocuparse personalmente de dicha tarea. Ella duda y deja pasar algunos días, al cabo de los cuales decide raptar un niño enfermo y sacrificarlo. Daio resucita, pero como el remedio no fue aplicado de manera inmediata, surge una criatura que ya no es humana, está en pleno proceso de descomposición y se alimenta solamente de órganos humanos.

Lo subsecuente es relativamente predecible (no olvidemos que el personaje de Setsu es médico cirujana), aún más tratándose de una cinta para televisión y que, además, la dirección de actores no es precisamente sobresaliente porque nos topamos con la típica sobreactuación de los personajes, en particular la del sirviente y la de un detective que sólo aparece para relleno (como dato curioso, la cinta es dirigida por una actriz ya curtida en el mundillo del J-Horror, Mari Asato).

La historia resulta algo plana, aunque con momentos que la mayoría de gorehounds en encontrarán interesantes. No obstante, hay que decir que esta serie, a diferencia de "Guinea Pig", está más enfocada a los gorepuppies debido a que enfatiza la trama sobre las atrocidades físicas. Interesante debido a su origen, pero de mediana a correcta ejecución, "The Boy From Hell" resulta recomendable, no imprescindible.

Título Original: "Jigoku kozô". Título Alternativo: "The Boy From Hell". País y año: Japón, 2004. Directora: Mari Asato. Guión de: Naoteru Yamamoto y Seiji Tanigawa, en base a un manga de Hideshi Hino. Elenco: Mirai Yamamoto, Mitsuru Akaboshi y otros.

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