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18 ago 2014

"Hush... Hush, Sweet Charlotte" (1964): El horror del viejo sur


Por Gonzalo Gala
España

Se cumple el cincuenta aniversario de "Hush... Hush, Sweet Charlotte" (1964), una película conocida en otras latitudes como "Canción de cuna para un cadáver". Se trata de un clásico del cine de terror, a la sombra de otra cinta de Robert Aldrich, de la misma temática, que se tituló "What Ever Happened to Baby Jane?" (1962).

Charlotte Hollis (otra vez, Bette Davis) es una rica heredera sureña que malvive recluida en un viejo caserón a consecuencia de la muerte de un viejo amante, John Mayhew (Bruce Dern). Todos sus vecinos sospechan de su responsabilidad en el crimen, pero nunca pudo ser juzgada; cuando llega su prima Miriam (Olivia de Havilland) con el fin de ayudarla a no perder sus tierras. Pero a la llegada de Miriam, suceden cosas extrañas en la casa.

Ambas son películas de terror disfrazadas de melodramas, que hunden sus raíces en el realismo sucio del American Gothic, como retratos de la locura por parte de Aldrich. Ese regreso a la monstruosidad de la psique femenina que hace el realizador, se muestra en una infinidad de detalles. El recuerdo de un atroz asesinato; el clavecín que, en medio de la oscuridad, empieza a tocar solo una canción de amor con aires de nana infantil; los cadáveres que regresan cubiertos de fango, del Más Allá... El filme cuenta un aura tétrica que rodea a los personajes, sometidos a la conciencia del pasado, de igual forma que "Baby" Jane Hudson y su hermana Blanche, estaban consumidas por el miedo a envejecer, y en definitiva, por la nostalgia.

Sin embargo, no se puede olvidar que el largometraje está fuertemente inspirado en un clásico de la literatura americana de Margaret Mitchell, que fue aupado a ícono universal por el cine: "Gone with the wine" (1936). Bette Davis parece aquí el reverso tenebroso y granguiñolesco de Scarlett O'Hara, la célebre protagonista de la historia cuyo título en español fue "Lo que el viento se llevó". De hecho, la actriz fue una de las candidatas a interpretarla en el filme de Victor Flemming, contentándose, al menos, con otra dama sureña con carácter, la Julie Mardsen de "Jezebel" (1938), película dirigida por Wylliam Wyler. Otro guiño al clásico de Flemming, con cruel ironía, es la aparición de Olivia de Havilland, la pusilánime Melania.

Como se puede comprobar, el éxito de "What Ever Happened to Baby Jane?" hizo que parte del equipo y la actriz principal repitieran, dos años después. Sobre la película existe mucha leyenda, entre bambalinas, sobre la nana que da título al filme y cuya presencia aparece desde los primeros compases. Lo hace acompañada de una tonadilla de piano y de la voz de la protagonista, cantando: "Hush... hush... Sweet Charlotte". Pero sobre todo, el reparto dio tema para escribir a las crónicas de la época, por el mal humor y las excentricidades de Bette Davis que impidió que participasen actrices como Jane Fontaine y Katharine Hepburn.

Al final, la estructura fantástica de la película está basada en la farsa de unos personajes, la prima Miriam y el Dr. Bayliss (Joseph Cotten), que desean hacer perder el juicio a Charlotte, mientras se trata el tema de la locura y el crimen, de la codicia e incluso de la frustración sexual, aspectos ya tratados en el anterior filme de Aldrich. Pero no se podría hablar de una continuación, sino una variación en donde el director imprime un aire sureño al horror de sus personajes.

Título original:
"Hush... Hush, Sweet Charlotte". Títulos alternativos:
"Canción de cuna para un cadáver" y "Cálmate, dulce Carlota". País y año: Estados Unidos, 1964. Director: Robert Aldrich. Guión de: Henry Farrell y Lukas Heller, en base a una historia de Farrell. Elenco: Bette Davis, Olivia de Havilland, Joseph Cotten y otros.

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