Argentina
Hay películas buenas y malas. Y también existen las películas de Lucio Fulci. Cuando uno observa un filme del legendario director italiano debe dejar de lado cualquier prejuicio o prurito acerca del verosímil, la credibilidad de las actuaciones y la calidad de los diálogos, aspectos que uno considera fundamentales en producciones del terror hollywoodense.
Hay películas buenas y malas. Y también existen las películas de Lucio Fulci. Cuando uno observa un filme del legendario director italiano debe dejar de lado cualquier prejuicio o prurito acerca del verosímil, la credibilidad de las actuaciones y la calidad de los diálogos, aspectos que uno considera fundamentales en producciones del terror hollywoodense.
Apenas ocho meses después del estreno de una de sus grandes películas, "Paura nella città dei morti viventi" (1980), una corrosiva sátira a la religión y la iglesia italiana, Fulci dio a conocer la que sería conocida como su gran obra maestra: "...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà" (1981), mejor conocida como "El más allá".
El largometraje cuenta la historia de Liza Merril –interpretada por la hermosa Catriona MacColl, actriz fetiche y musa inspiradora de Fulci–, quien hereda un hotel en ruinas ubicado en las afueras de la ciudad estadounidense de Louisiana. Sin embargo, el lugar oculta un terrible secreto: años antes, allí fue cruelmente asesinado uno de los huéspedes, que tenía en su poder nada menos que un misterioso libro a través del cual es posible abrir una de las siete puertas del infierno. A partir del hallazgo del libro por parte de Liza, comenzarán a sucederse horripilantes hechos sobrenaturales en los que no escasearán sangre, pus, putrefacción, mutilaciones, desmembramientos y cadáveres.
Las primeras secuencias de esta película muestran al Fulci más conocido, con un relato simple, lineal y efectivo en el que se inmiscuyen truculentas escenas que son la delicia de cualquier fanático del cine gore. Pero, a medida que transcurre el metraje, la historia se abre paso a terrenos cada vez más sobrenaturales, con giros narrativos alejados de toda linealidad y clasicismo. En primer lugar, surgen algunas subtramas que parecen no tener lugar en la estructura principal de la historia. Y en segunda instancia, la dimensión espacial y temporal adquiere un protagonismo inusitado en el cine de Fulci, a partir de la cual el director entabla una relación lúdica con diferentes tiempos y lugares que comienzan a confundirse entre sí.
No se puede negar la mano excelsa del guionista Dardano Sacchetti, habitual colaborador de Fulci, ni el gran trabajo del gran Sergio Salvati en la fotografía –otro infaltable en el equipo técnico del director–, los efectos especiales de Germano Natali –quien asistiera a Dario Argento en varios de sus filmes– y el siempre efectivo trabajo de maquillaje de Giannetto De Rossi, con resultados realmente truculentos. Pero la verdadera razón del éxito artístico de la cinta se encuentra en la genial visión del director, quien, en escasos 87 minutos y a fuerza de recursos narrativos simples, ofrece un mundo de horror y pesadillas pocas veces visto.
El largometraje cuenta la historia de Liza Merril –interpretada por la hermosa Catriona MacColl, actriz fetiche y musa inspiradora de Fulci–, quien hereda un hotel en ruinas ubicado en las afueras de la ciudad estadounidense de Louisiana. Sin embargo, el lugar oculta un terrible secreto: años antes, allí fue cruelmente asesinado uno de los huéspedes, que tenía en su poder nada menos que un misterioso libro a través del cual es posible abrir una de las siete puertas del infierno. A partir del hallazgo del libro por parte de Liza, comenzarán a sucederse horripilantes hechos sobrenaturales en los que no escasearán sangre, pus, putrefacción, mutilaciones, desmembramientos y cadáveres.
Las primeras secuencias de esta película muestran al Fulci más conocido, con un relato simple, lineal y efectivo en el que se inmiscuyen truculentas escenas que son la delicia de cualquier fanático del cine gore. Pero, a medida que transcurre el metraje, la historia se abre paso a terrenos cada vez más sobrenaturales, con giros narrativos alejados de toda linealidad y clasicismo. En primer lugar, surgen algunas subtramas que parecen no tener lugar en la estructura principal de la historia. Y en segunda instancia, la dimensión espacial y temporal adquiere un protagonismo inusitado en el cine de Fulci, a partir de la cual el director entabla una relación lúdica con diferentes tiempos y lugares que comienzan a confundirse entre sí.
No se puede negar la mano excelsa del guionista Dardano Sacchetti, habitual colaborador de Fulci, ni el gran trabajo del gran Sergio Salvati en la fotografía –otro infaltable en el equipo técnico del director–, los efectos especiales de Germano Natali –quien asistiera a Dario Argento en varios de sus filmes– y el siempre efectivo trabajo de maquillaje de Giannetto De Rossi, con resultados realmente truculentos. Pero la verdadera razón del éxito artístico de la cinta se encuentra en la genial visión del director, quien, en escasos 87 minutos y a fuerza de recursos narrativos simples, ofrece un mundo de horror y pesadillas pocas veces visto.
"...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà" representó la cima creativa de Lucio Fulci como relator de historias de horror, a partir de lo cual sería conocido como "el maestro del gore", ubicándolo en el panteón de los directores italianos de cine de terror.
A más de 30 años de su estreno, sigue siendo un filme original y contundente que ningún fanático del terror puede dejar pasar.
Título original: "...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà". Títulos alternativos: "El más allá" y "Las 7 puertas del infierno". País y año: Italia, 1981. Director: Lucio Fulci. Guión de: Dardano Sacchetti, Giorgio Mariuzzo y Lucio Fulci. Elenco: Catriona MacColl, David Warbeck, Cinzia Monreale, Antoine Saint-John y otros.
Título original: "...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà". Títulos alternativos: "El más allá" y "Las 7 puertas del infierno". País y año: Italia, 1981. Director: Lucio Fulci. Guión de: Dardano Sacchetti, Giorgio Mariuzzo y Lucio Fulci. Elenco: Catriona MacColl, David Warbeck, Cinzia Monreale, Antoine Saint-John y otros.
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