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9 abr 2013

"Posesión infernal" (2013): Sexo, drogas y terror


Por Lic. Guzmán Laguarda
Uruguay

Sin dudas que al tratarse de un remake del clásico perteneciente al mal bastardeado cine de terror/horror, quien suscribe iba con cierto temor y condicionado en ver cómo el realizador uruguayo iba a tener la ardua tarea de resolver su versión de la historia. Quizás lo más fácil, pero a mi entender el camino más erróneo a elegir, hubiera sido hacer, de esta "Posesión infernal" (2013), "un capítulo más" de esta prestigiosa saga perteneciente a la década de oro del género: los ochenta. 
 
Fede Alvarez demostró una vez más en tener los cojones bien puestos y en ir contra la corriente, al posicionar a esta cuarta entrega de la dinastía dentro de las grandes ligas.

Aquel que tenga presente la historia de Raimi sin duda va a coincidir en darse cuenta que esta nueva versión forma parte de la saga, pero por más que mantenga la estética, la esencia, la naturaleza de su primogénita, ésta tiene vida propia. Es decir, aporta nuevos elementos a la historia que no desentonan en absoluto con la trama original.

La presencia del flagelo de la droga es un claro ejemplo de ello, que es totalmente contrario y opuesto al argumento de la cinta del 81', que giraba en torno a cinco amigos que se disponían en pasar un fin de semana en una vieja casa de campo que habían rentado. En la nueva versión, desde el vamos el ambiente no es festivo como en el original, donde todo pintaba para un fin de semana de sexo, drogas y rock and roll.

Mia (Jane Levy) cargaba con un oscuro e infernal pasado por su fuerte adicción a los estupefacientes, y con las ayuda de sus hermanos y sus parejas iban a hacer el último gran esfuerzo para tratar de encaminarla en su vida. Esa condición hace que sus íntimos desconfíen de sus visiones, adjudicándole las mismas a sus fuertes períodos de abstinencia. La dependencia emocional que le generó la sustancia durante tantos años, le produce en Mia reacciones físicas o corporales y también psicológicas que se ven a lo largo de la historia.

Esta temática (drama) ni siquiera se rozaba en la cinta original y como así tampoco en las producciones de los ochenta. Como muy osado, en los típicos slasher de aquella época, algunos personajes (los más rebeldes) cometían el atrevimiento de pitar algún que otro cigarrillo de marihuana.


Por eso lo del título, en esta nueva entrega se mezcla el drama y el terror con la droga, y también con el sexo o más bien con la lucha de sexos, en donde se presencia una batalla apocalíptica y a muerte entre los personajes femeninos y masculinos de la cinta.

Desmembramientos súper reales y muy bien logrados, acompañados de ríos de sangre que encasillan a la película con la categoría de culto. Sólo la frenética lluvia de sangre hará que dentro de 20 años se siga recordando a "Posesión infernal".

Los momentos de tensión se resuelven de manera notable y en milésimas de segundos; a destacar además la excelente fotografía y los planos sugerentes de la posesión.

Quizás lo más flojo, que muchos han comentado de esta nueva versión, es que no se logra sobresaltar al espectador. Puede ser cierto en algún punto, pero esa definición puede resultar muy subjetiva, ya que en definitiva depende mucho del interlocutor. 

Un pastillita o bonus track que a muchos seguramente se les ha pasado al visionar la película, es la presencia, a los pocos minutos de iniciado el filme, de un banderín de Peñarol asentado en una de las habitaciones de la cabaña derruida.

Por todo lo señalado, por ser su primera vez en Hollywood, no caben dudas que Alvarez sale totalmente airoso y triunfador en su primera experiencia como realizador en el primer mundo del séptimo arte; y creo no equivocarme en visionar en él un gran futuro dentro del género.
 
Título original: "Evil Dead". Título alternativo: "Posesión infernal" y "The Evil Dead". País y año: Estados Unidos, 2013. Director: Federico Alvárez. Guión de: Federico Alvárez y Rodo Sayagués. Elenco: Shiloh Fernandez, Jane Levy, Jessica Lucas y otros.

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