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26 oct 2012

BARS 2012: Crónicas Sangrientas 1

Por Juan Martín Staffa
Argentina
 
Y empezó el BARS año 13, número supersticioso para la humanidad, y aún más para los fanáticos del cine de terror. Basta ver la leyenda del catálogo oficial (que reza: "¡La edición del fin del mundo!") para advertir que ya de movida este año se propone como uno muy especial.

La primera jornada comenzó hacia las 16 hs. de Argentina, cuando los encargados de la organización –entre los que se encontraban Ariana Bouzón, la chica todoterreno del Festival, y el triángulo fundador de Videoflims, integrado por Pablo Marini, Hernán Panessi y Esteban Rojas– aún recorrían la planta baja y el segundo piso del cine Monumental Lavalle del centro porteño colocando afiches oficiales y carteles de la programación del evento.

Con una afluencia de público aceptable, sobre todo teniendo en cuenta las complicaciones que ofrece asistir a este tipo de acontecimientos un día entre semana, las proyecciones comenzaron algo demoradas, pero comenzaron al fin.

Los que llegaron primero fueron los cortos españoles, fuera de competencia. Mientras tanto, en la sala contigua, se inauguraba la Competencia Iberoamericana. Así, luego de una breve presentación del Sr. Panessi –todas las películas y tortas de cortometrajes son introducidas por alguno de los integrantes de Videoflims–, se pudo ver la cinta "Reacciones adversas" (México, 2011), un thriller psicológico filmado en súper 16mm. Ópera prima de David Michan, resulta un interesante ejercicio de bajo presupuesto en el que se pueden advertir clarísimas influencias del cine de David Lynch así como homenajes explícitos a Taxi Driver (1976), de Scorsese, y giros del guión al estilo de Christopher Nolan. Vale aclarar que la película tiene un tono reposado, en el que abundan los planos fijos y la escasez de diálogos, por lo que el público, tal vez esperando otro tipo de propuesta, salió algo decepcionado de la sala.

El segundo turno fue para más cortometrajes, los psychokillers, así como para "Jodidos Kabrones" (España, 2012) que inauguró la sección Última Página. Como dato de color, la sinopsis de esta cinta ultragore iba acompañada de una graciosa leyenda en el catálogo oficial: "Función no apta para almas sensibles".

A la misma hora, también se pudo ver el primer volumen de los cortos argentinos, dominados por propuestas que privilegiaron los climas de suspenso y los tonos pesadillescos más que el gore, el bizarro o el fantástico. Un punto en contra de esta sección sigue siendo la calidad de imagen y sonido. La proyección se realiza en DVD ampliado, lo cual le quita muchísima nitidez a la imagen; además, el sonido sufría de una desconcertante y persistente interferencia. Como si fuera poco, la exhibición se vio interrumpida durante varios minutos por un problema con el software de proyección. Más allá de esto, siempre es una buena oportunidad para que directores jóvenes, muchos de ellos presentes en la sala, puedan exhibir sus trabajos en la pantalla de un cine.

Por último, durante la noche, tuvo lugar la inauguración de la que probablemente sea la sección más importante del Rojo Sangre: la Competencia Internacional. Se vio por primera vez en pantalla grande a nivel local la película fantástica "555" (Argentina, 2012), dirigida por Gustavo Giannini y protagonizada por Antonio Birabent junto a un dream team de actores en roles secundarios. Basada en los dibujos proféticos de Benjamín Solari Parravicini, el filme es un recorrido por la creciente y enfermiza obsesión de un profesor de filosofía por hallar un secreto apocalíptico en la obra de quien fuera conocido como el "Nostradamus argentino". Irregular, con un formato que está más cerca de lo televisivo que de lo cinematográfico y un giro del guión poco creíble hacia el final, la cinta resulta bastante fallida.

Por el momento, más allá de algunos desajustes lógicos en la organización, se trata de un comienzo auspicioso. Lo cierto es que el Festival Buenos Aires Rojo Sangre ha comenzado.

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