Por Juan Martín Staffa
Argentina
"The Woman" (2011), uno de los títulos de terror más exitosos del año pasado, se suma a la ola del torture porn que supieron inaugurar hace un tiempo películas como "Saw" (2004) y "Hostel" (2005). Aunque, "The Woman" se trata de un filme que está más cerca de las propuestas europeas de dicho subgénero.
Dirigida por Lucky McKee, entre cuyos títulos más reconocidos están las oscuras "May" (2002) y "Red" (2008), la película cuenta la historia de, justamente, una mujer, pero no cualquiera. Se trata de lo que se conoce como una mujer "feral", es decir un ser humano que ha vivido aislado de la sociedad por un largo tiempo. En el caso de la cinta, la mujer del título ha sido criada por una manada de lobos. Todo cambia cuando la protagonista es capturada por Chris Cleek, un padre de familia extremadamente autoritario y machista a ultranza, cualidades con las que someterá a su cautiva.
Si bien "The Woman" exhibe una serie de escenas fuertes, McKee no llega al extremo del regodeo respecto del sufrimiento humano como es el caso de las películas mencionadas en el primer párrafo. La cinta es violenta, extrema y algunas secuencias están a punto de cruzar peligrosos límites, pero ello no se debe tanto a lo explícito de la obra, sino más bien a un conjunto de otros elementos que el director maneja con buen timing a partir de un guión contundente.
Dichos elementos son complementarios a la sangre y las vísceras, y evidencian una violencia oculta, contenida y sutil. Los silencios, las miradas y el conjunto de imágenes acerca del comportamiento y los conflictos entre los perturbados integrantes de la familia Cleek contribuyen a imponer esta violencia subyacente por sobre lo explícito del gore, que no es demasiado durante los primeros dos tercios de la película pero que se ve amplificado ante los oscuros personajes que pueblan la pantalla.
Todo funciona como un comentario concreto y certero acerca de la cultura estadounidense actual, en particular la decadencia de los valores familiares a partir del autoritarismo y la opresión patriarcal severa y exacerbada.
Sin embargo, a pesar de un ritmo narrativo inteligente y preciso, la película comienza a desbarrancarse y los últimos 25 minutos de metraje, si bien pueden agradar al fanático del terror extremo, hacen tambalear la estructura construida previamente. El giro del final pone en evidencia un libreto que hasta ese momento venía sobre ruedas, y da la sensación de que McKee se impuso a sí mismo ese final con el sólo fin de exhibir un poco más de sangre y vísceras. El gran inconveniente que plantea este desenlace es que el verosímil se derrumba como un castillo de naipes. No es un final mal ejecutado, pero sí uno que poco tiene que ver con los climas planteados durante los dos tercios iniciales de la película.
Es una pena que los realizadores hayan recurrido a una especie de deus ex machina para completar una historia que se mostraba prolija e intrigante desde el comienzo. Si bien se anticipa esta jugada en algún momento, dicha anticipación es mínima. McKee parece querer ocultar la información de forma de sorprender al espectador. Puede decirse que, en parte, lo logra, pero la audiencia puede terminar desorientada.
Más allá de este acto fallido, "The Woman" es un producto disfrutable que sabe mezclar escenas de gore extremo al servicio de una historia inteligente y que tiene algo para decir acerca del mundo actual.
Título original: "The Woman". País y año: Estados Unidos, 2011. Director: Lucky McKee. Guión de: Jack Ketchum y Lucky McKee. Elenco: Pollyanna McIntosh, Brandon Gerald Fuller, Lauren Ashley Carter y otros.
0 comentarios:
Publicar un comentario