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31 may 2012

"Zombie 2" (1979): ¡Te vamos a comer!

Por Pablo Cardozo Di Lorenzo
Uruguay

A pesar de que en 1968 George Romero incursionó en el submundo de los muertos vivientes o zombis (seres humanos ya fallecidos que volvían a la vida para cobrar venganza del resto de la raza humana) en "Night of the Living Dead", y que en 1978 llegó a su clímax máximo de esplendor y consagración absoluta con "Dawn of The Dead", proyectándose como el "padre de los zombis", estos no dejaban de ser un subgénero más dentro del cine explotativo.

Por supuesto que Romero revolucionó el mercado, que ávido de nueva ideas apoyó su proyecto, no solo como un mero filme de horror, también porque el director incluía en su trama una ácida crítica social al consumismo moderno, al capitalismo y a la individualidad. Esto elevó mucho más la categoría de la película que se transformó en un referente del género. Entonces a George Romero se lo catalogó oficialmente como el "padre de todos los zombis".

La cinta fue lanzada al mercado internacional con el título de "Zombie" y obtuvo excelentes comentarios y diversos análisis. Los fanáticos la amaron y aún los más reservados periodistas del cine catalogaron a esta obra "como magistral".

Es aquí cunado, un año después, el inescrupuloso productor Fabrizio de Angelis quiso capitalizar el suceso del filme de Romero. La idea era hacer una película distinta, eliminando las connotaciones sociales, y proyectar algo más simple y común contando una historia más típica dentro del genero.

Lucio Fulci fue el elegido para dirigir esta pseudo secuela que se titularía "Zombie 2", y que, inesperadamente y para la sorpresa de todos, pasaría a la infamia dentro de la historia de los filmes de horror como uno de los más originales, arriesgados, osados y emblemáticos de la época.

Si bien Fulci era un director conocido con una vasta trayectoria, habiendo transitado diversos géneros (desde comedias picarescas, hasta polizziottos y giallos), éste fue oficialmente su primer filme de horror. Y cumplió su debut con creces.

La historia de "Zombie 2" gira entorno a Ann Bowles, una joven muchacha que busca a su padre desaparecido en una aislada isla caribeña. Junto a un determinado periodista, Peter West, se dirigen hasta la Isla de Matool para buscar información sobre el paradero del padre de la chica. Junto a la ayuda de dos jóvenes turistas se embarcaran en ese desafío, no sin antes enfrentarse ante una horrorosa y cruel realidad. El Dr. Menard, un maduro científico, y su esposa también son introducidos en la trama.

El filme se aleja completamente de la película de Romero. Fulci presenta una trama mucho más simple, pero sumamente visceral, en donde rituales, experimentos genéticos de dudosa procedencia y prácticas de vudú hacen que una horda de muertos vivientes se conviertan en una mortal amenaza para todos los protagonistas.

La historia es cruda y explícita. No hay una razón lógica o coherente de porque los muertos reviven, no hay radiación ni virus, solo las prácticas oscuras de rituales ancestrales, lo que hace aún más tenebroso y oscuro el relato. La superstición versus la coherencia científica, que siempre estuvieron en posiciones diametralmente opuestas dejan a la luz la cruda verdad. El mundo deja de ser conocido y toda racionalidad es extraña para la audiencia.

El filme comienza a entonces a proyectar imágenes de zombis totalmente putrefactos, agusanados y nauseabundos, que buscan el sabor de la carne y sangre humana para saciar su voraz apetito. Esto es clásico en este tipo de cintas, pero el director hábilmente lleva la historia a un paso más allá.

Imágenes inolvidables quedarán por siempre en la memoria y serán experimentadas con pavor por la audiencia. La primera de ellas, una de las más famosas e imborrables escenas, es la espectacular e increíble lucha entre un zombi y un tiburón. 

Siendo ésta una producción de origen italiano de bajo presupuesto (carece, obviamente, de ese sabor púlido que nos ofrecen otras de sus cintas), "Zombie 2" marca definitivamente a Fulci como un verdadero transgresor y visionario.

La toma submarina mencionada anteriormente es una pelea atroz en donde, entre mordiscos y amputaciones, la lucha desenfrenada entre el gran tiburón blanco y el zombi es brutal. Una toma imborrable, que hasta el día de hoy nadie ha podido superar (sí, hay cientos de filmes de horror protagonizados por peces marinos temibles, y un sinfín de cruzas y mutaciones, pero la gran y valiosa diferencia es que en aquí no existe CGI, todo es hecho a la vieja usanza).

La macabra imagen del doctor disparándole certeros escopetazos a las sienes de los resientes resucitados son igualmente perturbadoras.

La segunda toma es quizás la más emblemática de toda la carrera de Lucio Fulci como director, y por la cual el filme es reconocido y amado por los fanáticos del horror. Es esta toma responsable de haber llevado al realizador directo al estrellato y al reconocimiento internacional.

Paola Menard es la bellísima esposa del doctor. Con solamente dos escenas en su haber (y menos de 13 minutos total en pantalla), es indudablemente la gran protagonista del filme. En una de las más perfectas y a su vez desgarradoras tomas jamás filmadas, los bellos ojos verdes de la actriz son el foco total y absoluto de atención. Sola en su casa, la joven mujer siente el acecho y el peligro, y que éste es cada vez más inminente. Se encierra en su cuarto y al instante comienza a sucederse lo que hasta ese entonces el mundo entero había esperado: una demostración de completo horror y sadismo al más puro nivel. El empalamiento ocular con una astilla de madera que uno de sus ojos verdes sufre es algo que, hasta el momento, nadie había osado a filmar con el total compromiso y realismo del mismo. Su rostro, presa del pánico, las luces y sombras que acentúan más la tensión y proyectan la desesperación del personaje, reafirmando cuan hermosa es y cuan inexorable es su devenir. Se ve como tomada del cabello y presa del pánico se acerca, de forma lenta y fatalmente hacia la filosa astilla que sobresale. Su perforamiento ocular es algo que hay que ver para creer... y se hace de manera inimaginable. El sonido que se produce al quebrarse la astilla dentro de su ojo, penetrándolo de dolorosa manera, y el interminable y exasperante grito de dolor de la mujer son increíbles.

Esta escena ya ha quedado plasmada en la cinematografía de los anales del cine de horror como una de las más atroces, violentas, crueles e inhumanas. Es difícil de olvidar. Magistralmente dirigida por un maestro acentuado por un timing superlativo y una soberbia actuación, cuyo histrionismo actoral llega hasta límites insospechados, culminando en la pura excelencia.

"Zombie 2" no es metafísicamente horrible, es visceralmente bestial.

El tercer momento más emblemático es filmado de manera innovativa para la época. Nadie hasta entonces había grabado la visión desde el punto de vista de un zombi. Levantándose de manera cansina y focalizando su borrosa visión hacia su víctima, la cual, estupefacta, se queda inmóvil, como esperando su fatídico final. El atípico asesino no duda ni un segundo en atacar directo a la yugular de la chica y desgarrar de un mordisco su garganta. Explícitamente se ve como toda su garganta explota quedando hecha pedazos, y como el borbollón interminable de sangre fresca brota de su garganta a manantiales. Otro de los grandes momentos de esta innolvidable película.

Los sobrevivientes tendrán la desafortunada lucha por tratar de sobrevivir y escapar de Matool antes de que sea demasiado tarde, y llegar sanos y salvos a New York... o tal vez ni ahí ya puedan encontrarse seguros.

Éste fue el primer largometraje que Lucio Fulci dirigió para De Angelis y comenzó a rodearse de valiosos colaboradores que seguirían años después aportando, cada uno en su rubro, el soporte necesario para plasmar en pantalla la mejor época filmografica del mítico director. Dardano Sacchetti Y Elisa Brigante en guiones, los maravillosos F/X del genial Giannetto de Rossi, la perturbadora y soberbia música instrumental compuesta y conducida por Fabio Frizzi, la cinematografía de Sergio Salvati y la edición acertada de Vincenzo Tomassi.

Hay que destacar que, si bien éste es uno de sus cuatro filmes principales de horror, no está protagonizado por su musa inspiradora Catriona MacColl ("Paura nella città dei morti viventi", "E tu vivrai nel terrore! L'aldilà" y "Quella villa accanto al cimitero"). La protagonista es Tisa Farrow (hermana menor de Mia) que, honestamente, luce totalmente insípida y deslucida. No obstante, es secundada por un sólido elenco: la presencia del mítico actor británico Richard Johnson ("The Haunting") y, por quien a mi entender es la estrella única y absoluta de la cinta, la hermosa actriz griega Olga Karlatos quienes compensan todo.

"Zombie 2" es una película que le dio las herramientas necesarias al maestro Fulci para continuar aventurándose en el mundo del horror. Dejó una huella imborrable en su época y se mantiene en la actualidad como uno de los más claros y excelsos ejemplos de cine de género.

Título original: "Zombie 2". Título alternativo: "Nueva York bajo el terror de los zombi", "Los muertos vivientes" y "Noche de pánico". País y año: Italia, 1979. Director: Lucio Fulci. Guión de: Elisa Briganti. Elenco: Tisa Farrow, Ian McCulloch, Richard Johnson, Al Cliver, Olga Karlatos y otros.

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