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18 abr 2012

"Slaughter High" (1986): Marty Rantzen Fucks

Por Pablo Cardozo Di Lorenzo
Uruguay

El pasado domingo 15 de abril se celebró el natalicio de Simon Scuddamore, un actor muy particular, y pareció indicado recordar su valorable interpretación así como también su entrega en el subestimado subgénero del slasher.

Scuddamore fue un actor británico que rodó solamente un filme. Una sola película está incluida dentro de su filmografía, ya que, trágicamente, meses después de terminar el rodaje, el joven se suicido siendo hasta hoy un misterio el porqué, y las situaciones de tan desgraciado y triste acontecimiento están muy poco claras incluidas para la prensa y el público en general.

La situación de la repentina muerte de este actor hace que un filme como "Slaughter High" (1986) quede impregnado de un halo de misterio y cierto misticismo, fomentando y reafirmando su estatus de culto dentro del circuito de los cinéfilos del cine de horror.

Más allá de la muerte de su protagonista y de la explotación publicitaria que los productores o el estudio pudieran hacer sobre el marketing de ella, la película cuenta de por sí con características inusuales lo que amplia aún más ese aire de notoriedad.

También conocida en español como "El sangriento Día de los Inocentes" (no confundirla con "April Fool's Day" de Fred Walton), esta cinta tiene ciertos elementos que, aunque pequeños, la hacen muy interesante.

Es de destacar que es una coproducción británica-americana y se la puede catalogar dentro del slasher de mitad de los años 80', que tanto furor hacia en VHS por esa época. Todos los elementos del subgénero están presentes en este filme.

Marty Rantzen es un verdadero outcast o, simplemente, se lo podría catalogar como el clásico "nerd". No es atractivo para las chicas, no practica ningún deporte lo que lo hace verse débil y pálido, posee movimientos temerosos y torpes, y dado su elevado intelecto sus lugares preferidos dentro del colegio son la biblioteca y el laboratorio de química donde pone en practica sus proyectos escolares.

Dada esta descripción, él es el prototipo de persona que es objeto de las más despiadadas y crueles bromas de un elitista grupo de amigos, en donde se encuentra Carol, la chica más linda, los deportistas más fuertes, Skip el clásico bromista, Nancy la muchacha tímida, entre otros. Ellos no sienten culpa ni remordimiento al hacer sentir a Marty inferior y las constantes humillaciones que el muchacho tiene que soportar son prácticamente un martirio.

Marty es presentando como un "antihéroe", un personaje que lejos de ser perfecto se transforma, dada las circunstancias, en una figura con el cual el público puede identificarse (aunque sea de manera mínima) y simpatizar con él (algo muy parecido a lo ocurrido con la actriz Sissy Spacek en los primeros minutos de "Carrie").

En una de esas bromas elaboradas y planeadas por el grupo, en el laboratorio de química, Marty sufre un espantoso accidente: un frasco conteniendo ácido es derramado sobre su rostro provocándole terribles quemaduras. El grupo, estupefacto, mira con horror la escena.

Cinco años han pasado desde ese desafortunado acontecimiento y muchos de los chicos han perdido contacto entre sí. Además, el colegio ha cerrado definitivamente sus puertas. Sus desolados y amplios salones se ven despojados de toda mobiliario, excepto en algunos de ellos. Los corredores, el gimnasio, la biblioteca, son ahora lugares vacíos en donde el murmullo estudiantil es inexistente. Los pastizales han crecido frondosamente, provocando aún más ese sentimiento de leve e inquietante tranquilidad.

Carol es ahora una conocida actriz, pero eso no es solo lo que quisiera. La forma en que es typecast gracias a su belleza física le hace tener acaloradas discusiones con su manager. Un día antes de celebrarse el 1º de abril, el "Día de los Inocentes", ella recibe una invitación para concurrir a su antiguo liceo a celebrar junto a su generación una fiesta de reencuentro. Sin pensarlo dos veces se sube a su coche y conduce hasta la desolada campiña emocionada por el reencuentro.

Uno a uno van llegando los integrantes del grupo: Skip, Nancy, Carl, Stella, Ted, Frank, Shirley y Joe. Para su sorpresa, se encuentran que no solamente son los únicos en esa reunión, así como que también la puerta de acceso al edificio está cerrada, haciendo su acceso imposible. Momentos de duda abundan sobre qué hacer, si regresar a la cuidad o no, pero todos deciden que vale la pena intentar y que recorrer nuevamente el lugar sería rememeorar viejos recuerdos.

Pudiendo entrar a hurtadillas, se dirigen a su viejo salón de clases que para su sorpresa está adornado casi para conmemorar una fiesta infantil. El grupo se relaja, y comienzan a divertirse. También notan que sus viejos lockers están acomodados en fila, al cual se le suma el perteneciente a Marty. Viendo imágenes del viejo Yearbook (anuario escolar), ven la fotografía de Marty y se preguntan qué fue de él. Hay varias hipótesis: que se volvió loco después del accidente, que trabaja como extra en Hollywood y algunas alocadas ideas. Algo es seguro, para ellos Marty Rantzen ha pasado al olvido.

Es aquí en donde el filme comienza a proyectar elementos del más básico y sencillo slasher que tanto caracterizó y popularizó el género de horror en la década del 80'.

De la nada, una misteriosa figura comienza a deambular silenciosamente llevando consigo una máscara de bufón. Sin ser notado, empieza a eliminar uno por uno al grupo de amigos de manera brutal y dolorosa, anticipando una elaborada y planeada venganza. Su objetivo es claro y su identidad casi evidente.

Como todo slasher, el desconocido acechará inesperadamente a sus víctimas, sometiéndolas y despachándolas sádicamente en innovativos modos.

Como se mencionó al principio, "Slaughter High" presenta ciertos elementos que merecen apreciarse.

A pesar de ser una coproducción, el filme trata por todos los medios posibles (e imposibles) de "hacerse pasar" por una cinta ambientada y realizada totalmente en Estados Unidos, lo que es evidente que no es así. Esto el espectador lo percibe no solamente en los forzados acentos que los actores le imprimen a sus roles (tonadas del inglés norteamericano van y vienen con el viento), la estética del colegio, la vestimenta y los estereotipados personajes también dan fe de ello. Inclusive, el legendario Harry Manfredini interviene en alguno de los instrumentales del filme, proyectando ese aire norteamericano del cual tanto se esfuerza.

Lo más hilarante es, quizás, que la mayoría del elenco son actores que lejos están para interpretar jovencitos adolescentes. Por ejemplo, la hermosa actriz Caroline Munro (ex chica Bond y actriz de la Hammer) tenía 37 años al filmar esta cinta, lo cual le da un aire de comicidad irónica.

Si bien para muchos el filme puede desbarrancar en lo chabacano, con un guión extremadamente predecible y simple, con diálogos sacados de la guía más básica del cine de horror ochentoso, y puede verse hasta cursi, creo que, dada las características de la cinta y su posterior notoriedad por el inesperado suicidio de su protagonista, Simon Scuddamore, "Slaughter" High merece ese status de clásico que año tras año se va afianzando.

Recordando entonces a Marty Rantzen, ¿uno de los psicópatas más justificados? dentro del slasher, como así también a Scuddamore, quien estuvo absolutamente magistral en su único rol cinematográfico (y preguntándonos si su torturado papel en la cinta se habrá reflejado de alguna manera en su vida personal para llevarlo a tomar esa trágica decisión), es que recomendamos, con un poco de nostalgia, "Slaughter High".

Título original: "Slaughter High". Títulos alternativos: "El sangriento Día de los Inocentes" y "Masacre en la prepa". Países y año: Estados Unidos, Reino Unido, 1986. Directores: George Dugdale, Mark Ezra y Peter Litten. Guión de: George Dugdale, Mark Ezra y Peter Litten. Elenco: Simon Scuddamore, Caroline Munro, Carmine Iannaconne, Kelly Baker y otros.

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