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18 abr 2011

"Night of the Living Dead" (1968): Cadáveres caníbales

Por Alejandro Ramírez Flores
México

¿Cómo abordar una película tan seminal e importante, no sólo para el subgénero que popularizó, sino que también se salió de su nicho y señaló remarcadamente, con crítica social, los hechos de su época?

Por si hay algún lector que por azares del destino aún no ha visto este filme, la historia de "Night of the Living Dead" (1968) es la siguiente: Barbra y su hermano John van al cementerio en donde está enterrado su padre. Todo parece normal hasta el momento en que son atacados por un balbuceante hombre. Ella trata de huir mientras su hermano lucha contra el individuo, pero es vencido por éste.

Barbra logra llegar hasta una casa, no tan lejana al cementerio, y ahí descubre el cuerpo de una mujer. No pasa mucho para que también arribe al lugar un hombre afroamericano, Ben, quien se muestra más coherente que la casi catatónica muchacha y busca hacer la casa lo más segura posible, descubriendo, a la vez, que una pareja de jóvenes novios, Tom y Judy, junto con la familia Cooper, Harry, Helen y su pequeña hija Karen, están escondidos en el sótano.

De ahí en delante, lo que se verá es a este infortunado grupo de personas ayudándose y peleando entre sí para tratar de sobrevivir a lo que parece ser una invasión de, por supuesto, muertos vivientes, quienes solamente responden a la básica necesidad de alimentarse, pero su comida no es otra que la carne humana.

A partir de aquí, empieza la leyenda, el legado: George A. Romero se vuelve el "abuelo" del cine de zombis, reputación que hoy día aún mantiene, aunque no ha logrado ya remontar de la forma en que lo hizo hace treinta años con las dos "secuelas" de este filme.

Inspirándose, sin llegar al plagio total, en la novela "I Am Legend" de Richard Matheson (que luego fue adaptada al cine en tres ocasiones para ser protagonizada por Vincent Price, Charlton Heston y Will Smith, respectivamente), la película tiene un fuerte señalamiento sobre lo que ocurría en esos días en Estados Unidos con el movimiento de los "derechos civiles", que buscaban la igualdad para las personas afrodescendientes que todavía eran discriminadas. Osada tuvo que ser la apuesta de tener como personaje central, no sólo físicamente más fuerte, sino centrado e inteligente, a un hombre negro que defiende a un grupo de blancos poniendo en peligro su propia vida.

Hoy esto es de lo más común, pero en esos días el revuelo causado no pudo ser minúsculo, otro punto más a favor de "Night of the Living Dead". Los obstáculos no fueron pocos, no solamente por la censura a la que fue objeto el largometraje, sino también a la deshonestidad a  la que fueron víctimas los productores y el mismo Romero; ya que varias películas, más antes que lo que es ahora, eran exhibidas sin que se reportaran las debidas ganancias para los creadores.

En nota anecdótica, cuando acudí a un evento donde el "zombifílico" cineasta estuvo autografiando artículos, pude percatarme que la persona delante de mí en la fila avanzó llevando en sus manos un viejo póster de "Night of the Living Dead" para que fuera signado. Al ver el afiche, el señor Romero hizo un rápido gesto de disgusto, seguido por uno más pausado de resignación, ya que nunca vio un solo centavo de esa proyección. Como esas, ¿cuántas ocasiones más habrá sucedido lo mismo? Que mejor ejemplo de que los muertos están vivos y son caníbales.

Título original: "Night of the Living Dead". Títulos alternativos: "La noche de los muertos vivientes" y "La noche de los muertos vivos". País y año: Estados Unidos, 1968. Director: George A. Romero. Guión de: George A. Romero y John A. Russo. Elenco: Duane Jones, Judith O'Dea, Karl Hardman y otros.

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