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20 abr 2011

"Event Horizon" (1997): ¡Ha sido encontrada!

Por F. Javier Trapero Alonso
España

Como todos, este filme tiene puntos a favor y puntos en contra. Su principal hándicap es que se enmarca en el género de terror espacial, y desde luego, en este subgénero, la sombra de clásicos como "Alien" (1979) es alargada, y además comparten un arranque similar: la búsqueda y rescate de una señal de emergencia. No promete mucho, la verdad, y esta fue la principal razón de su relativo fracaso comercial: críticas desfavorables y un público que se quedó en su envoltorio y no se molestó en valorarla como se merece.

"Event Horizon" (1997), de Paul W.S. Anderson, también conocida como "Horizonte final" o "La puerta al infierno", cuenta la historia de la nave de rescate Lewis & Clark que se dirige a su punto de encuentro con la Event Horizon, una nave que desapareció seis años atrás, mientras realizaba las primeras pruebas de arranque del nuevo motor gravitacional. Ahora, tras seis años desaparecida, ha vuelto, apareciendo cerca de Neptuno.

El variopinto equipo de la Lewis & Clark, junto con el diseñador del motor gravitacional, tendrán que averiguar qué pasó con la nave y porqué ha vuelto. En su primer contacto pronto se darán cuenta que la nave no ha vuelto sola, que ha traído algo de vuelta.

Por cierto, que su título hace referencia al término "horizonte de eventos", que en la relatividad general es referido a una frontera del espacio-tiempo, tal que los sucesos que suceden a un lado no afectan al otro. Aplicado a los agujeros negros, como al del motor gravitacional de la película, se refiere al momento cuando un agujero negro te atrapa y no te deja escapar. Marca la frontera cuando los eventos que sucedan a ese lado, ya no afectan al resto de universos.

En la película suceden varias situaciones en las que esto se pone en práctica, en las que los personajes se encuentran atrapados dentro del "agujero negro" que teje la nave, que los atrapa y no les deja huir de su propia ensoñación o de sus propias alucinaciones.

El primer punto a favor del filme salta a la vista tras unos pocos minutos, y es su diseño de producción y su acabado técnico. Puede verse cada dólar invertido en sus construcciones, desde la alucinante cámara del motor gravitacional o el claustrofóbico túnel que lo comunica con el resto de la nave.

Otro punto es la credibilidad del reparto, que es alta ya que es muy equilibrado, plagado de buenos actores secundarios. Destaca Sam Neill, siempre fantástico, Sean Pertwee, o el pre Morfeo Laurence Fishburne.

Música, ambientación, fotografía, efectos, todos los apartados técnicos están a muy alto nivel, muy por encima de la media.

La dirección de Paul W.S. Anderson se muestra irregular, como toda su filmografía. En un principio impera la tensión y el suspense muy bien estructurado, y, sin embargo, en el último tercio del filme, esto se diluye bastante y se centra en un desenfreno asesino cuando se descubre todo el pastel.

Curiosamente, pese a tener ya una carga bastante gore, Anderson suavizó la película debido a las malas primeras reacciones del público, por lo que fue obligado por la Paramount a eliminar casi 22 minutos para conseguir un producto más light, y esto, según Anderson, fue una mala idea.

En fin, se trata de un buen filme, y da hora y media de alta diversión. Por supuesto, pese a su impecable factura técnica, no es original, su guión bebe de muchas fuentes, por lo que debemos visionarla sin prejuicios para poder disfrutarla plenamente, como si fuéramos unos niños que vemos una película de miedo por primera vez. Liberate tutame ex inferis.

Título original: "Event Horizon". Títulos alternativos: "Horizonte final" y "La puerta al infierno". Países y año: Estados Unidos y Reino Unido, 1997. Director: Paul W.S. Anderson. Guión de: Philip Eisner. Elenco: Laurence Fishburne, Sam Neill, Kathleen Quinlan, Joely Richardson y otros.

1 comentarios:

Víctor M. Lázaro dijo...

Hola. En primer lugar enhorabuena por la web.

En cuanto a Horizonte final, estoy completamente de acuerdo contigo en que no hay que compararla con otras de su género (sobre todo Alien) porque sino nos limitamos a la hora de apreciar las maravillosas escenas que nos deja este film.

También me parece un acierto mencionar la eliminación de material gore, con el que la película hoy en día no sólo estaría en la onda reinante sino que en su época hubiera cosechado mayor éxito.

A mi personalmente me parece una película muy recomendable para pasar un rato entretenido y con algún que otro sobresalto.

Un saludo del caracol que derrapa.