Por Pedro Sala Jiménez
España
"Bride of Frankenstein" (1935) es más que una simple película de miedo que intentaba explotar el filón de otras producciones de la Universal en las que aparecían monstruos. Sus elementos narrativos e intelectuales la convierten en una auténtica obra maestra del terror, de la historia del cine y un ejemplo de cómo hacer bien las cosas. Da igual los años que pasen, lo que contaba en los años 30' sirve para cualquier década, época o siglo. Era interesante antes y lo sigue siendo ahora.
"Bride of Frankenstein" (1935) es más que una simple película de miedo que intentaba explotar el filón de otras producciones de la Universal en las que aparecían monstruos. Sus elementos narrativos e intelectuales la convierten en una auténtica obra maestra del terror, de la historia del cine y un ejemplo de cómo hacer bien las cosas. Da igual los años que pasen, lo que contaba en los años 30' sirve para cualquier década, época o siglo. Era interesante antes y lo sigue siendo ahora.
Detrás de una historia de terror, James Whale relata las limitaciones del ser humano, la ambición del hombre de llegar a ser como Dios, la lucha inevitable para vencer a la muerte (algo patente en todas las culturas) y cómo evoluciona la sociedad por los avances científicos. Pero ahí no queda la cosa. Los personajes hablan de la intolerancia, de la discriminación, de la soledad, sobre la amistad y de la ignorancia. Todo contado con humor y sátira, que, combinado con el terror, da como resultado un filme entretenido, divertido y dramático, según desde el punto de vista desde donde se analice.