España
Que el cine debe conseguir entretener es una premisa que se debe estar perdiendo entre tantos efectos técnicos. Probablemente, "La trampa del mal" (2010) es lo que pretende, distraer, y, francamente, lo consigue captando nuestra curiosidad desde el primer instante.
Vendida como una película de terror, busca cautivar la atención del espectador desde el primer instante con sugerentes contradicciones policiales más cercanas al suspense. La serie B debe lidiar con este tipo de resoluciones artísticas, es decir, buscar otras cosas dependientes de un buen guión y un interesante planteamiento argumental repeliendo las tentativas efectistas.