Argentina
Sacando su primera parte, el resto de la saga de Final Destination se avocó más por la comedia terrorífica que por el terror puro, teniendo en cuenta que juega con un concepto tan grande como el que la muerte viene a buscar a los personajes. Tal vez éste sea el motivo por el cual la convirtieron en un franquicia más interesante que Saw, que busca hacerse la inteligente mediante historias complicadas que en el fondo no tienen el más mínimo sentido, y que sirve para ocultar que busca lograr el asco en el espectador enfocando una imagen grotesca con un ruido para sobresaltar.
Final Destination nunca jugó esa carta, ya que en toda la saga se ha utilizado la misma historia y jamás hubo una variación. Ahí es donde se encuentra su lado inteligente. Los responsables de la saga saben que la película gira en torno a cómo van a morir los personajes y no buscan vueltas de tuerca inexplicables (esto es algo que nunca han roto, a diferencia de Saw). En vez de sentir placer al ver gente siendo torturada, el espectador vive todo el proceso por el que alguien puede morir (tampoco necesita trampas tan complicadas, con un simple resbalón ya es suficiente).
Sacando su primera parte, el resto de la saga de Final Destination se avocó más por la comedia terrorífica que por el terror puro, teniendo en cuenta que juega con un concepto tan grande como el que la muerte viene a buscar a los personajes. Tal vez éste sea el motivo por el cual la convirtieron en un franquicia más interesante que Saw, que busca hacerse la inteligente mediante historias complicadas que en el fondo no tienen el más mínimo sentido, y que sirve para ocultar que busca lograr el asco en el espectador enfocando una imagen grotesca con un ruido para sobresaltar.
Final Destination nunca jugó esa carta, ya que en toda la saga se ha utilizado la misma historia y jamás hubo una variación. Ahí es donde se encuentra su lado inteligente. Los responsables de la saga saben que la película gira en torno a cómo van a morir los personajes y no buscan vueltas de tuerca inexplicables (esto es algo que nunca han roto, a diferencia de Saw). En vez de sentir placer al ver gente siendo torturada, el espectador vive todo el proceso por el que alguien puede morir (tampoco necesita trampas tan complicadas, con un simple resbalón ya es suficiente).