Por Pablo Cardozo Di Lorenzo
Uruguay
El cine francés a través de su historia siempre ha estado a la vanguardia mundial, ofreciendo al público una gama variada de opciones; desde dramas, comedias picarescas, filmes de acción y enriqueciendo la pantalla con nombres (delante y fuera de cámara) que se transformaron rápidamente en rostros reconocidos y respetados dentro del séptimo arte. The French New Wave (La Nueva Ola Francesa) incluía a luminarias como Eric Rohmer, Claude Chabrol y Francois Truffaut. Cyril Collard, Luc Besson y Jean-Pierre Jeunet poblaron las pantallas en los 90'. El cine de horror galo se ha desarrollado y ha crecido de manera acelerada en estos últimos años con películas originales e impecables (en términos de actuación, dirección y calidad en su producción), dando cierto "aire fresco e innovador" al genero de terror.
Uno de los más prominentes, si no el más conocido, es Alexandre Aja. Este altamente talentoso joven parisino acaparó la atención de los críticos especializados y enamoró a la audiencia mundial con su película "Haute Tension" (2003), uno de los más claros ejemplos del porqué el cine de horror ha cobrado una fuerza de torbellino arrollador en este nuevo milenio en casi todos los países europeos (España, Alemania, Italia, Noruega y su "Cold Prey", Serbia con su "A Serbian Film", entre otros).
Esta película cuenta la historia de dos amigas Marie y Alex (Cécile de France y Maiwenn Le Besco), unas jóvenes veinteañeras que pasarán el fin de semana en la casa de verano de los padres de Alex en la campiña francesa. Antes de llegar, un tercer personaje es introducido de manera fugaz, un hombre misterioso, sucio, que maneja una desvencijada camioneta y del cual nos imaginamos es el antagonista por una horrenda (corta, pero efectiva) escena premonitoria.
Esta película cuenta la historia de dos amigas Marie y Alex (Cécile de France y Maiwenn Le Besco), unas jóvenes veinteañeras que pasarán el fin de semana en la casa de verano de los padres de Alex en la campiña francesa. Antes de llegar, un tercer personaje es introducido de manera fugaz, un hombre misterioso, sucio, que maneja una desvencijada camioneta y del cual nos imaginamos es el antagonista por una horrenda (corta, pero efectiva) escena premonitoria.
Cuando las muchachas llegan, Marie conoce a la familia de su amiga: su padre, su madre y su pequeño hermano.
Parecería ser un típico fin de semana de relax, hasta que, esa misma noche, el desconocido irrumpe brutalmente en la casa, mata y masacra de manera desgarradora a toda la familia de la muchacha y secuestra a ésta sin ningún motivo aparente. Todo esto es presenciado por Marie, quien al no dejarse ver por el asesino y escondiéndose de manera furtiva, logra pasar inadvertida a los ojos de él. La única sobreviviente de su familia, la aterrorizada Alex, es secuestrada por el extraño, dejando que Marie, testigo de lo ocurrido, sea la encargada de tratar de liberarla de las manos del psicópata antes de que sea demasiado tarde. ¿Podrá la chica rescatar sana y salva a su amiga? ¿Podrán sobrevivir al acoso mortal de este desconocido y no ser victimas de sus macabras intenciones?
"Haute Tension" es un exquisito filme, que fusiona una historia perturbadora utilizando y apoyándose en mínimos personajes. La película se podría dividir en dos grandes momentos: las escenas previas en la primera noche (en donde los characters son introducidos) y el quiebre de su tranquilidad producido con la llegada del psicópata. Esa "fisura" también es narrativa. A partir de ahí, poco diálogo es escuchado. La desesperada lucha de Marie por liberar y salvar a su amiga secuestrada es el motor y propulsor de la cinta.
Técnicamente, el largometraje es francamente perfecto. El detalle que Alex Aja ha volcado en "Haute Tension" es admirable.
La cinematografía de Maxine Alexandre encaja de manera perfecta en los distintos momentos del filme: luminosa y brillante en las tomas de carretera, oscura y malignamente depresiva en los más tensos.
La música cumple un rol fundamental en esta cinta. No es un soundtrack o score que hará sobresaltar a los espectadores. François-Eudes Chanfrault utiliza sonidos vacíos, repetitivos, provocando en la audiencia un sentimiento de incómoda intranquilidad en los más serios momentos. Un claro ejemplo es cuando Marie se esconde debajo de una cama, tratando de esquivar al asesino. Él entra en el cuarto, camina lentamente, se dirige al baño y revisa los grifos para comprobar si las canillas fueron utilizadas recientemente. La música en esta escena es sublime y su incesante eco proyecta a la audiencia esa desesperada sensación de incomodidad.
Mención aparte son los increíbles FX del gran maestro italiano Giannetto de Rossi, gran colaborador del mítico Lucio Fulci. Como hizo De Rossi en "Zombi 2" (1979), "E tu vivrai nel terrore - L'aldilà" (1981) o "Quella villa accanto al cimitero" (1981), este artesano de los efectos especiales no decepciona en absoluto en esta película. Todo está creado a la vieja usanza. No hay CGI en este filme, algo muy común, frío y sin corazón que se utiliza de manera reiterativa y hasta el hartazgo en muchas de las producciones de la actualidad, sobre todo hollywoodense.
Ver las desgarradoras escenas que De Rossi ha creado es un verdadero placer y regocijo total. Desde la brutal decapitación con un mueble, pasando por el explícito corte de garganta de uno de los personajes centrales, hasta el certero hachazo de otro, y la mejor utilización de una sierra circular jamás vista en un filme de horror, por nombrar sólo algunos. El gore no decepciona; está utilizado de manera justa, pero cumpliendo su objetivo: maravillar al público con la innegable realidad de los mismos.
Por otra parte, el reducido grupo de actores está perfectamente escogido para interpretar sus roles. Cécile De France se impone con seguridad, confianza y valentía en el rol principal. Es una heroína atípica y esa es su mayor ventaja. Maïwenn Le Besco compone el personaje de Alex sumiéndose en una acertada sensibilidad dado que su habilidad histriónica es perfectamente utilizada y sí que lo sabe proyectar (muchas veces da la sensación de reminiscencias a la vulnerabilidad que Shelly Duvall mostró vívidamente en "The Shining"). Es difícil poder mantener en casi todo el filme un estado emocional al borde del colapso, pero ella lo logra con creces. Phillip Nahon esta magníficamente creepy como el extraño. Prácticamente, sin esbozar una línea de diálogo en la primera hora del filme, su espeluznante imagen subyace en la misma y fundamentalmente en sus acciones. Quién es él y sus motivaciones serán finalmente reveladas en el (polémico) clímax de la película.
El final es sorprendente, inesperado y original. La audiencia no se verá engañada en absoluto con el desenlace de la película, ya que la cinta está bien construida y su atrapante premisa vende (además de todos los méritos en términos actorales y de producción). Sumado al encare cerebral que Aja le imprime, "Haute Tension" no sufre en absoluto como detrimento del filme la conclusión de la historia.
El largometraje funciona también como un pequeño (gran) homenaje a varias películas del género, a veces con referencias explícitas, a veces de manera obvia, otras de modo sutil. Provee a su audiencia una experiencia visceral única y es aquí es donde el filme proyecta el horror que promete.
"Haute Tension" es, sin lugar a dudas, uno de los mejores ejemplos del cine francés de este nuevo milenio, un verdadero precursor del cine de género. Esta cinta revolucionó el mercado europeo, fue un suceso internacional y marcó un antes y después en el mundo del terror mundial.
Título original: "Haute Tension". Títulos alternativos: "High Tension", "Alta tensión" y "El despertar del miedo". País y año: Francia, 2003. Director: Alexandre Aja. Guión de: Alexandre Aja y Grégory Levasseur. Elenco: Cécile De France, Maïwenn Le Besco, Philippe Nahon y otros.
1 comentarios:
Muy buena reseña sobre este peliculón de Alexandre Aja, uno de los mejores directores de terror de Francia. Saludos!
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