Por Gonzalo Gala
España
Que el cine de género, especialmente aquel procedente del mundo de los videojuegos, está pensado para un espectador muy específico y cada vez menos exigente, está probado con "Doom" (2005), un filme de Andrzej Bartkowiak. Esta película, en concreto, sigue la estela de otras adaptaciones de videojuegos, como "Alone in the Dark" (2005) o la también de disparos en primera persona, "House of the Death" (2003), ambas de Uwe Boll. "Doom" mejora algo, pero tampoco es una maravilla.
Este largometraje mantiene una estructura antes vista en "Aliens" (1986), de James Cameron, e incluso en "Predator" (1987), de John McTiernan, en donde un comando de élite, enviado a un lugar exótico, será aniquilado por una entidad desconocida, sobrenatural o extraterrestre. Un problema en un laboratorio en donde se experimenta con el ADN, desata el caos. Un grupo de marines es enviado al planeta Olduvai para encontrar la causa del accidente y eliminar todo elemento hostil.