Por Pedro Sala Jiménez
Escritor y crítico de cine
España
Reconozco que a Brian De Palma le sucede lo mismo que a Dario Argento: son directores que son amados u odiados a partes iguales. No hay término medio: firman con la misma facilidad un peliculón o un bodrio infumable. No conozco a nadie que le guste "algo" de sus filmes; te gusta todo o lo aborreces desde el primer minuto.
"Dressed to Kill" (1980) es un thriller de suspense fuerte, cargado de erotismo y en el que se aprecia el respeto que tiene el director por Alfred Hitchcock. A día de hoy, parece un filme olvidado para los puristas y, a decir verdad, ha envejecido mal. A los puristas me refiero a esos cabezas cuadradas que no ven más allá de sus narices y se encierran en si mismos atacando la filmografía de Brian De Palma afirmando que son copias de las películas del maestro del suspense.