Por Carlos Alfredo Carrillo
México
Quizás no entendí el tono de "Death Tube" (2010), probablemente fui demasiado obtuso y no capté la bizarrería que plantearon el director y los guionistas. La propuesta de la película es muy sencilla: es como "Saw", pero con una webcam.
Varias personas son secuestradas y obligadas a competir entre sí para mantenerse con vida, mientras los actos y las posteriores ejecuciones de los que fracasan se transmiten en línea. Para añadir interés, las pruebas son llevadas a cabo por una pareja de osos malosos (sí, osos... en realidad, botargas).