Por Gonzalo Gala
España
Todo género ha querido despertar el interés de una historia a base de repetir una serie de claves, con el fin de crear unas emociones. El miedo se ha querido lograr a través del maquillaje o la manipulación de la fotografía. El expresionismo alemán se servía de las sombras proyectadas sobre la pared para producir inquietud de sus imágenes. Otras son producidas "ex profeso", pero ampliamente rentable, como los "descuidos" ante la cámara, que aprovechaba Jacques Tourneur para presentar a sus criaturas en la pantalla ("Cat People").
Un hito fundamental, dentro de la atmósfera en el cine de terror, es la aportación del llamado giallo italiano. Juan Antonio Molina Foix, en "Mario Bava, fotógrafo del miedo" (artículo incluido en "Del giallo al gore, cine fantástico del terror italiano"), mostraba cómo la iluminación multicolor -para definir las emociones- y los movimientos continuos de cámara, a un ritmo lento, eran suficientes como bases técnicas del terror que seguirían los creadores del giallo. Toda una referencia para el cine de los años setenta.