Tras crear "El diario de los muertos", en 2007, el maestro George A. Romero engendró, dos años más tarde, una especie de secuela titulada "La resistencia de los muertos", cuyo título original es "Survival of the Dead".
Si se la ha llamado "secuela" es, básicamente, debido a que los soldados, que en la primera parte roban los víveres de los reporteros suicidas, son los mismos que protagonizan esta segunda ración de zombis. Por lo tanto, también hay conexión en base a que se trata de la misma plaga que desencadena el caos en el primer tomo.
Unos días después del inicio de la epidemia carroñera, unos soldados norteamericanos desertan de su tropa e inician su propio camino en busca de un posible paraíso inexplorado por los difuntos vivientes.
Con el coronel Crockett (Alan Van Sprang) al mando, se encuentran en el bosque a un joven (Devon Bostick) que les enseña unos videos de Internet sobre un marinero que asegura conocer un lugar llamado la Isla de Plum, donde todavía no ha brotado el contagio global.
Una vez que llegan al puerto, el marinero resulta no ser otro que Patrick O’Flynn (Kenneth Welsh), el líder de uno de los dos clanes rivales que regentan la isla, el cual ha sido desterrado por su eterno enemigo Seamus Muldoon (Richard Fitzpatrick). Los soldados, el chico "sin nombre" y O’Flynn deciden desembarcar en la isla para conocer cual es la situación en ese territorio.
Ya en la isla, los protagonistas muestran su estupefacción al descubrir que el clan Muldoon ha estado intentando adiestrar a los muertos vivientes para que puedan llevar una vida normal, ya que al cabo de un tiempo de resucitar los cadáveres demuestran recordar algo de su antigua vida (como por ejemplo, el zombi que arranca el coche, el zombi jardinero, el jinete o el cocinero.).
Lógicamente, este "plan" les sale pésimamente y, en lugar de ser la isla de la paz y las piruletas, se convierte en una guerra entre los O’Flynn, los Muldoon y los muertos vivientes.
Al parecer, George A. Romero no se quedó del todo a gusto con las pocas defunciones en "El diario de los muertos", y decidió crear una secuela para poder desahogarse y crear una carnicería digna de su excelencia. En lugar de intentar elaborar un sinfín de asesinatos diferentes y originales, prefirió que los artistas principales fueran las armas de fuego y los mordiscos de los zombis. Sin embargo, el director nos obsequia un par de muertes que se merecen una mención: la explosión de la cabeza de un muerto por culpa de la ingestión de medio extintor, y la muerte con un tenedor con una salchicha todavía incrustada en él.
Como en todas las películas de Romero, y siguiendo el hilo de la anterior entrega, los zombis son flemáticos y palurdos. Otra diferencia entre estas cintas y resto de películas de muertos vivientes modernas, es que no es necesaria la mordedura de un infectado para convertirse en uno de ellos. Solo hace falta una cosa muy simple: morir.
Lejos de mensajes subliminales, este filme se concentra en mostrar la historia de supervivencia de unos soldados descontentos con sus vidas, y la gracia reside en las escabechinas humano-zómbicas que se suceden en la película.
También es cierto que Romero parece criticar, a través de las peleas entre las dos familias, a la gente ávida de poder que haría lo posible por establecer su supremacía, aunque miles de personas muriesen a su alrededor.
Título original: "Survival of the Dead". Título alternativo: "La resistencia de los muertos". Países y año: Estados Unidos y Canadá, 2009. Director: George A. Romero. Guión de: George A. Romero. Elenco: Alan Van Sprang, Kenneth Welsh, Kathleen Munroe, Devon Bostick y otros.
Título original: "Survival of the Dead". Título alternativo: "La resistencia de los muertos". Países y año: Estados Unidos y Canadá, 2009. Director: George A. Romero. Guión de: George A. Romero. Elenco: Alan Van Sprang, Kenneth Welsh, Kathleen Munroe, Devon Bostick y otros.
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