Por Alejandro Ramírez Flores
México
Mucho colorido, raras combinaciones de vestimenta, oscuras añoranzas y un despreocupado humor con una salpicante pizca de gore. Así llega, de la ida década de los ochentas, otra cinta de Joel Schumacher, "The Lost Boys" (1987), una historia en la que una familia de tres, una madre divorciada junto a sus hijos Michael (Sean Patric de "Frankenstein Unbound") y Sam (Corey Haim de "Silver Bullet"), llegan a vivir con el abuelo materno en la ficticia población de Santa Carla, California.
Inicialmente, no todo pinta muy bien, ya que el anciano, de oficio taxidermista, tiene una muy especial manera de ser y, para desgracia del menor de los hermanos, no hay televisor en la casa. Esto causará que ambos salgan a conocer qué es lo que ofrece la que será su nueva residencia.