Por Jesús Ademir Morales Rojas
Editor de Trato Hecho
México
En una noche de lluvia incesante, un grupo de personas, por extrañas circunstancias, se refugia en un hotel perdido en el desierto. Pronto descubrirán que algo más allá de la casualidad es la que los ha congregado en ese lugar, al mismo tiempo que un asesino misterioso los va ultimando uno por uno, mientras todo el ambiente se torna irreal.
Tal es la trama de la película de James Mangold, "Identity" (2003), un thriller psicológico con tintes de "Killer on the loose" (consultar "Diccionario de Terrorífilo") y de laberinto metafísico a la Philip K. Dick. Mangold logra un sólido trabajo llevando el ritmo de la cinta in crescendo, hasta el heroico clímax y un astuto epílogo.