Por Alejandro Ramírez Flores
México
Guillermo del Toro ("Mimic"), director mexicano insignia del cine de terror y fantasía de la última década, se aleja de los bichos retratados en sus primeros trabajos para penetrar en "El espinazo del diablo" (2001), su tercer entrega, en el oscuro y caótico episodio histórico conocido como Guerra Civil Española, durante el año 1939.
El cineasta no lo hace desde los distintos frentes de batalla entre republicanos y nacionales, sino que parte de un microcosmos ubicado en un orfanato que alberga a los hijos de los combatientes de extraccíón izquierdista. Es a dicho lugar al que llega un pequeño de nombre Carlos, y en el que es dejado por sus acompañantes sin sospechar que ése se convertirá en su nuevo hogar.