Informe especial desde
la avant première de "Penumbra" (2/2/2012, Cine Monumental Lavalle, Buenos Aires, Argentina).
Por Juan Martín Staffa
Argentina
Una sala llena puede parecer algo poco sorprendente o hasta cotidiano para un "tanque" de Hollywood que se estrena con cientos de copias alrededor de todo el país. Pero cuando eso mismo ocurre con una pequeña película de terror realizada por jóvenes directores y productores argentinos, que ocho años atrás hacían películas con una cámara Mini DV y que ni siquiera eran editadas en su propio país de origen, se puede notar que algo ha cambiado.
El cine de terror y fantástico latinoamericano está creciendo. Esto no es ninguna novedad. Se han visto casos muy recientes, como el de "La casa muda" (2010), producción uruguaya que participó nada menos que en el Festival de Cannes y que tendrá su versión estadounidense –como corresponde en estos tiempos-. Pero dicho crecimiento no es producto del azar, sino de dos factores primordiales: uno biológico-histórico y otro tecnológico.