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8 dic 2011

"Los sin nombre" (1999): Cuando el mal no tiene identidad

Por Pablo Cardozo Di Lorenzo
Uruguay

El 2007 fue un año sumamente interesante en cuanto a la proyección de filmes de género. Películas de todas las nacionalidades y estilos poblaron el cine y los DVD hogareños. Quentin Tarantino sorprendió con la elocuencia de "Grindhouse" (dividida en dos partes: "Death Proof" y "Planet Terror"). Las remakes y precuelas también dijeron sí: en "Hostal 2", Eli Roth expandió el concepto de la original (y teniendo a una sublime y frágil actriz como Heather Matarazzo en un papel crucial) y la remake de "The Hitcher" volvió en la piel de Sean Bean, aquí reemplazando al inolvidable. Rutger Hauer. La precuela tuvo la forma de "Hannibal Rising" con Gaspard Ulliel, un intento de comprender aun más la compleja psiquis de Hannibal Lecter en su juventud. De Argentina, llegó "36 pasos" del notable Adrián García Bogliano y filmes como "The Grudge 2" o "Captivity" pasaron al completo olvido en ese mismo año.

Por su parte, Europa presentó una serie de largometrajes que no pasaron desapercibidos y son hoy considerados ejemplos del nuevo cine francés de horror: "À l'intérieur", dirigida por Alexandre Bustillo y Julien Maury, propuso una historia simple, con mínimos personajes, claustrofóbica y brutal. Gran concepción del ambiente en que se desarrolla, estupendas actuaciones femeninas (Dalle, Paradis) y un fiel compromiso en presentar e introducir un plot interesante y llevado a cabo con solidez. "Frontière(s)" es el otro plato fuerte del cine francés de 2007. Dirigida por Xavier Gens e inspirada obviamente en las clásicas roadmovies massacres, la cinta posee lo que el ávido cinéfilo de estos días busca en un filme de esta clase. La historia no es complicada, los F/X son brillantes (un poco a la vieja usanza, un poco de CGI), hay personajes interesantes (Maud Forget como Eva, por ejemplo) y la dirección es muy competente al igual que todo el elenco.

En el caso de España, este país ofreció dos cintas de enorme calidad. "El orfanato", de Juan Antonio Bayona, un relato de misterio cuasi-esotérico y sobrenatural, una de las películas españoles más exitosas de todos los tiempos, con la ductibilidad actoral de Belén Rueda y un cameo sublime de la talentosa Geraldine Chaplin que lo dice todo. Y "[Rec]" del joven director Jaume Balagueró. Es una de esas raras películas por su manera estética de ser filmada, un buen ejercicio de marketing, pero sobre todo por su notable respeto al género e innovación creativa fue, sin lugar a dudas, la cinta más exitosa de horror en 2007.

Pero mucho antes de que Balgueró hipnotizara al mundo del terror con su opus de bacterias de zombie apocalípticas, este joven director, procedente de Lérida, venía trabajando de manera discreta, estimulante y prometedora. "Para entrar a vivir", filmada en 2006 e incluida en la serie de "Películas para no dormir", es un grata sorpresa. Un pequeño filme que asalta al espectador de manera genuina y realista.

Y en 1999 llegó el mejor trabajo (hasta ahora) de este cineasta, el largometraje "Los sin nombre". Basada en la novela homónima del escritor británico Ramsey Campbell, el primer filme de Balgueró excedió todas las expectativas y proyectó al director español como uno de los más promisorios y creativos del género.

El prólogo comienza con el descubrimiento del cadáver de una niña. Sin poder reconocerla fehacientemente, la Policía da por hecho de que es Ángela, una nena de 5 años recientemente desaparecida (la hipótesis se confirma al descubrir que la niña posee una característica física especial en una de sus piernas).

El filme continúa y se adelanta unos años. Claudia es ahora una mujer vacía. Sin poder sobrellevar la terrible muerte de su hija, con su matrimonio terminado, sus días son el reflejo de la total desesperanza y la depresión en que se ha convertido su vida. Sus ojos tienen la mirada pérdida y absorta y logra llenar ese hueco existencial con horas de trabajo. Todo esto sucede hasta que, un día, inesperadamente, Claudia recibe una llamada. Conmovida y confundida, reconoce la voz de Ángela en el teléfono, su hija, pidiéndole ayuda. "Mamá, te necesito, ellos me tienen, me tienes que ayudar". La voz de la joven, ahora adolescente, resonará en ella como un torbellino, un desgarrador fluido de emociones. 

Claudia tiene la certeza de que su hija no murió, que está viva en alguna parte, y tiene que llegar a ella como sea, ya que se evidencia por sus palabras que esté en grave peligro. De aquí en más su catarsis será enorme, ya que poco a poco ira descubriendo un oscuro secreto y una red organizada de mentiras y engaños.

Afortunadamente ella no estará sola en su búsqueda. Junto con el ex detective del caso Bruno Massera y un joven y determinado periodista, Quiroga, se adentrarán en un mundo oscuro y turbio. La perversión y el aislamiento del mal en su máxima pureza de una secta involucrada en experimentos genéticos en la Segunda Guerra Mundial los llevarán a un espiral de horror y muerte.

"Los sin nombre" funciona de manera efectiva como un sólido thriller de horror con cierto grado de dramatismo. Su atmósfera lúgubre y oscura, la lluvia, los colores grises y opacos (reminiscencias de la película "Seven", de David Fincher) y el carácter deprimente de la historia en general hacen de esta película una experiencia fílmica intensa e inolvidable.

La historia progresa de forma adecuada, marcando una narrativa de coherencia lineal que ayuda mucho. El tenor de la trama nos retrotrae al famoso caso de Madeleine MacCann, y claramente se puede extender hacia al vasto universo de violencia y explotación infantil actual. Aquí todo se va desentrelazando de forma lenta pero segura, hasta llegar al clímax inevitable.

La excelencia actoral de los tres protagonistas es sublime. Emma Vilarasau es un torrente de emociones que brotan a flor de piel, su personaje está la borde del colapso y angustia continúa. Karra Elejalde aporta sinceridad y confianza a su rol de detective al igual que Tristán Ulloa emplea desenfado y juventud como el periodista.

Es de destacar que "Los sin nombre" cuenta con un reparto secundario internacional que incluye al actor argentino Carlos Lasarte (quien está totalmente perturbador en su única escena, en el interrogatorio, interpretando a Santini), el actor británico Brendan Price y la bellísima actriz adolescente Jessica del Pozo, quien le imprime hermosura y cruel frialdad al rol de Ángela.

Hay que mencionar el bellísimo tema interpretado por Fang, titulado "My Black Dress", incluido en los títulos de cierre del filme.

"Los sin nombre" ha cosechado un sinnúmero de premios así como nominaciones en festivales internacionales alrededor del mundo, incluidos el de Sitges, el Festival de Cine Fantástico de Bruselas y el Premio de Críticos de Cine de España.

Título Original: "Los sin nombre". Título Alternativo: "The Nameless". País y año de realización: España, 1999. Director: Jaume Balagueró. Guión de: Jaume Balagueró, en base a una novela de Ramsey Campbell. Elenco: Emma Vilarasau, Karra Elejalde, Tristán Ulloa y otros.

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